La comedia romántica es uno de los géneros que nunca faltan en cada edición del Tour de Cine Francés (TCF). A lo largo de estas 27 ediciones hemos encontrado de todo, desde aquellas francamente infumables hasta las que logran arrancar una sonrisa o ya de plano los suspiros del espectador gracias a una decorosa puesta en escena o al gran carisma de sus protagonistas.
La cinta que representa al género en esta ocasión es Un nuevo comienzo (Nouveau départ, 2023), apenas segundo largometraje para cine del también actor y guionista Philippe Lefebvre. Su aparentemente corta filmografía es engañosa, ya que tiene una larga lista de series y películas para televisión. Aunque hasta ahora era más conocido por sus papeles frente a la cámara, lo cierto es que Lefebvre ya se ha apuntado algunos éxitos como guionista, como con el thriller No se lo digas a nadie (Ne le dis à personne, 2006) o la hilarante Cosas de la edad (Rock’n roll, 2017), con Guillaume Canet y Marion Cotillard.
Lo más reciente del cineasta francés tuvo su estreno oficial en el Festival de Cine Francófono de Angulema, hace menos de un mes. Es una de esas películas que tocan tierra en el TCF antes de llegar a la cartelera comercial de su país. Como lo demuestran las películas en las que ha intervenido como director o guionista, Lefebvre tiene predilección por contar historias de pareja sobre personajes adultos, es decir parejas consolidadas y nada de romances juveniles.
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En Un nuevo comienzo, la historia gira en torno a Alain (Franck Dubosc) y Diane (Karin Viard), una pareja que lleva treinta años de matrimonio. Cuando el menor de los hijos abandona el hogar, se muestra un claro contraste en las reacciones de la pareja. El esposo lo ve como una oportunidad para reavivar la pasión conyugal y la mujer se sume en una profunda apatía, causada entre otras cosas, por el tedio y la menopausia.
Para establecer los parámetros que permitan situaciones humorísticas, el director nos plantea una clara distinción entre el carácter de los personajes. Alain, un afamado pianista de orquesta, es un tipo apasionado pero profundamente racional y rutinario, al grado que nunca busca celebrar de manera distinta el cumpleaños a su pareja. Diane es una mujer soñadora e insatisfecha que está atrapada en un trabajo editorial de escasa relevancia y que ha llegado a un punto de su vida en que busca nuevas emociones.
Al sobrepasar ambos la cincuentena, surgen nuevos retos pero también salen a flote metas incumplidas. Un beso no tan inocente pone a prueba su relación y deciden separarse con la intención de reencontrarse más adelante. Pero las cosas se complican cuando prospectos mucho más jóvenes se cruzan en su camino. Son justamente las situaciones que surgen de estas relaciones desiguales las que aportan una mayor cantidad de momentos humorísticos (como cuando Alain conoce a los padres de su joven novia y hacen toda clase de comentarios chuscos sobre su edad).
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Para completar el reparto la producción se rodea de un sólido grupo de actores secundarios que hacen los papeles de amantes, del amigo gracioso que termina de compañero de departamento, de los hijos adultos de la pareja y de la amiga soltera que se divierte haciendo curiosas analogías de autos y parejas (una inédita Clotilde Courau).
Lo nuevo de Philippe Lefebvre es una simpática aproximación a las relaciones amorosas después de los cincuenta, cuando el tedio y la frustración se traducen en la búsqueda de nuevas experiencias. Aunque de ninguna manera sorprende, la película se sostiene gracias al desempeño de sus protagonistas, así como a un par de giros de tuerca bien aplicados. Dice el viejo refrán “si amas algo, déjalo ir”, pero no hay que tomarlo al pie de la letra.
No sea que nos pase lo mismo que a los personajes de esta cumplidora comedia romántica.
