En sus largos 15 años de ser una revista cultural, Revés ha publicado toda clase de textos, desde los mejores ensayos firmados por plumas reconocidas, hasta reflexiones incoherentes como la que ahora les compartimos. Se trata de una delirante lista de consejos escritos por el entonces joven y soltero Salvador Munguía aparecida en 2007 en nuestro especial de Alcohol. ¿Seguirá pensando lo mismo 10 años después?
- Jamás bebas con tu novia o prometida. Hablarán del terrible futuro; boda, hijos, casas, viajes. Que asco. Si estás casado, ni hablar.
- Hazlo con alguna amantilla, con mujeres ajenas, con algún affaire, con la hembra de tu amigo. Si se puede la última opción, mejor. Aprovecha y pregúntale cómo le gusta que se la coja tu camarada, ¿de a perrito?, ¿de cucharita? Insinúale que si quiere conocer una mejor.
- Cuando bebas con una dama, no le preguntes qué quiere, ordena lo que bebes tú. Sino quiere, que se aguante. Nada de medias de seda, piñas coladas, correcaminos, alfonsos, margaritas o bebidas que se les parezcan. Ah, los baylis sí, con tres se empiezan a bajar los calzones.
- Nunca se te ocurra tomar alguna bebida de las mencionadas anteriormente. Tu hombría dará de qué hablar. Con el perdón que me merecen, es para mariquitas.
- No mezcles marihuana con alcohol, es de mal gusto. Mucho menos con coca, ¿de que sirvió que te pongas pedo?
- Si estás triste es bueno beber ron. Si estas alegre, también.
- Recuerda que los alcohólicos bebemos para olvidar que bebemos
- Es recomendable beber solo y en tu casa. Evitarás gastos excesivos, mordidas a policías corruptos, algún pendejo (a) que se atraviese a mitad de la noche, amigos nefastos que siempre hablan de lo mismo, o compañeros de trabajo acomplejados y envidiosos.
- Bebe con tu jefe de trabajo, miéntale la madre y dile lo ignorante que es. Al día siguiente actúa como si tuvieras amnesia y ve buscando una nueva chamba.
- Si el vino perjudica tus negocios, deja tus negocios
- Si bebes con tu padre, repróchale lo culero que es, recrimínale su ausencia, su mal humor, su frialdad. Pregúntale si se sigue cogiendo a tu tía, o a quien tú quieras. Hazle saber que gracias a él, tienes pocas virtudes y un chingo de defectos. Al día siguiente busca un nuevo lugar dónde vivir.
- Bebe por ocio, por angustia, por rencor, por desprecio, por traición. ¡Que diablos! Para eso sirve el alcohol, para destruirse uno antes que los otros lo hagan.
- Bebo para olvidarte. Ahora te veo doble.
- Beber no es un placer, no es un acto reflejo, no es una enfermedad. Es una necesidad.
- Beber es recorrer caminos atractivos, desconocidos, peligrosos, emocionantes.
- No es cierto, beber, es una mamada.
- No bebas los domingos, es día de reposo.
- Un buen alcohólico debe comer bien, la comida es la parte material, el trago es la parte espiritual de nuestro alimento.
- Una alternativa es, como dice mi amigo El Pístico, “hoy ya salió para beber; mañana, para comer, ya Dios dirá”.
- Coge cuando estés crudo. Se te para como nunca y no te vendrás como acostumbras, ¿dos minutos, tres?
- Bebe con cadencia, ritmo, no te hará más hombre beber con arrojo y desfachatez. Eso déjaselo a los fantoches.
- Bebe de un solo y brusco trago, proporciona un shock estimulante que provee de unos segundos de lucidez únicos, preciosos.
- No hagas mucho caso al dolor de tu riñón o hígado. Seguro es por la práctica del squash.
- El señor bebedor no se deja engañar por la semántica al uso. Beber no es lo mismo que trincar, tragar, tomar, ingerir, consumir, absorber, sorber, succionar o chupar tal como cualquier diccionario de sinónimos propone. Tampoco bebedor connota ebrio, beodo, borracho, alegre, embriagado o bebido. Tales falacias lexicográficas son fruto de tiempos errantes y errados capaces de acabar con un Ars Combinatoria sólo porque su práctica conlleva riesgos para la necia salud idolatrada de un hipotético hígado.
- Adecúa cada copa a tus necesidades y deseos. El ron para llorar, el tequila para estimular, whisky para comenzar, el vodka para enloquecer, la charanda cuando estas jodido, la cerveza para curar. Solo los tontos beben (como yo) cualquier cosa.
- El alcohol no mata la amargura de tu espíritu, ni las penas de amor, solo las adormece.
- Si crees que bebiendo escribirás como Baudelaire, Thomas de Quincey, Dostoyevski, o como la interminable lista de escritores norteamericanos (todos borrachos) Faulkner, Hemingway, Poe, Jack London, Fitzgerald, Capote, Kerouac, Charles Bukowski, (que es mucho mejor bebedor que escritor) o Raymond Carver, (mucho mejor escritor que bebedor) o ya de jodido como Eusebio Ruvalcaba o Fadanelli, te equivocas, terminarás escribiendo pendejadas, como ésta.
- No olvides que se bebe como se muere: solo.
Foto superior: Dan Masa/ Flickr