Por Omar Arriaga Garcés
Desenfadado y algo evasivo a la hora de responder a las preguntas de los medios de comunicación, estuvo el realizador mexicano Alfonso Cuarón, quien con motivo del estreno de Gravity (Gravedad), su más reciente trabajo fílmico, en el que dirige a Sandra Bullock y George Clooney, compareció en la Biblioteca Central de la Universidad Michoacana para dar algunos detalles de la cinta, en el marco del Festival Internacional de Cine de Morelia (FICM), en su edición de 2013.
Acompañado por la directora del FICM, Daniela Michel, Cuarón comentó que “hay un detalle del que nadie me ha preguntado, cuando empieza la película se ve la Tierra, se ve el océano y entra a cuadro México, se ve el Lago de Chapala y, por ende, Morelia”, refirió ante un público conformado en su mayoría por comunicadores, quienes, sin embargo, le aplaudieron el gesto como si se tratara de algunos fanáticos de su ya amplia trayectoria.
Y es que el director de películas como Los hijos del hombre (2006), Y tu mamá también (2001), Grandes Esperanzas (1988) o La Princesita (1995), quiso dejar entre los asistentes una imagen de sinceridad, que por momentos rayaba en la ironía: “La última vez que di una conferencia de prensa en esta ciudad no estaba tan sobrio”, refirió.
Con todo, cuando se le preguntó sobre la contemplación del espacio que hay en la cinta como una experiencia religiosa, el realizador marcó su distancia: “no puede ser sólo algo religioso, también puede ser científico; en la película no hay nada de Dios ni de religión”, pero luego cambió el tono: “si así lo quiere ver la gente, está bien; pero se trata más de un impulso de vida”.
Sobre el impulso de vida del propio filme, Cuarón dijo que éste había empezado hace más de cuatro años, gracias a un guión original de su hijo Jonás (Cuarón), titulado Desierto, el que mediante una narrativa muy lineal y sencilla, pero llena de suspenso y tensión, dio la pauta para pensar en este ambicioso proyecto que, a pesar de los obstáculos, pudo encontrar siempre soluciones para continuar.
De hecho, indicó que lo más difícil no fueron los detalles técnicos, como los efectos especiales, la experimentación con la fotografía (que estuvo a cargo de Emmanuel “El Chivo” Lubezki, cuyo trabajo tuvo tal impacto que incluso Cuarón externó que no se molestaría si éste fuera considerado codirector de la cinta), ni tampoco la música: “por tratarse del espacio pensamos hacer una película silenciosa”, experimentó que no fructificó, como explicó luego; “lo más difícil fue el proceso actoral. Sandra Bullock tuvo que hacer ejercicios específicos y un trabajo disciplinado y preciso. Las tomas eran muy largas, era una coreografía complicada”.
“La próxima vez haré películas donde la gente camine”, manifestó Cuarón sobre Gravity, donde también se pensó realizar un trabajo sin música, aunque después, la historia estelarizada por George Clooney y Sandra Bullock como dos astronautas que viven la experiencia del espacio al límite, tras una guerra entre potencias que pone en duda el concepto mismo de humanidad, tuvo música original de Steven Price, conocido por hacer la música para películas como El retorno del rey, en la trilogía de El señor de los anillos.
“Habría sido muy aburrido hacer una cinta con sonidos, sin música… ya dejé de pelearme con la disyuntiva entre arte y entretenimiento, cuando era niño me gustaba divertirme, y eso intento”.
Asimismo, expresó que Gravity, pese a lo que pudiera creerse, no es una cinta de ciencia ficción: “por ciencia ficción cuando era niño yo entendía fantasía, eso es otra cosa; no me he clavado en los géneros”, agregó el multifacético realizador mexicano, del que Daniela Michel dijo que sus películas son muy diferentes, añadiendo que Gravedad es una “pieza maestra” en 3D de ciencia ficción.
Una película de la que ya Clooney ha comentado que se trata de su mejor actuación y a la que inclusive se ha llegado a comparar con Odisea en el espacio, de Stanley Kubrick, por lo pronto, habrá que verla para salir de dudas.