Con el pompadour envaselinado y el veteranísimo Vincent Van Rock a la cabeza, Rebel Cats es al día de hoy la banda de rockabilly más importante de México, y eso es mucho decir puesto que en nuestro país la escena de este movimiento es muy reducida.
Por Jorge A. Amaral
La escena es muy distinta en países como España o Japón, o el sur de Estados Unidos, donde el movimiento rockabilly es sólido y bastante nutrido de bandas excelentes.
Abriéndose paso de forma independiente y emergiendo del underground, este grupo ha conseguido adeptos y, al mismo tiempo, seguidores de la subcultura rockabilly, ya que siempre hay ex punketos que empiezan por aproximarse al psychobilly para de ahí irse hacia sonidos más puros, como el de Rebel Cats, que rescata y mantiene vivo el espíritu de los 50 marcado por Bill Halley y Elvis Presley.
Es por eso que esta semana recomiendo un excelente disco de esta banda: Rockabillear, ideal para tomarse una malteada. A diferencia de bandas como Calavera o Los Leopardos, que manejan un ritmo más hacia el psychobilly, los Rebel Cats, como Eddie y Los Grasosos o Los Crazy Cats, recuperan a la perfección el sonido original del rockabilly, palabra apócope de rock y hillbilly, un subgénero del rock & roll de los años 50, en el sur de Estados Unidos.
En Rockabillear, distinto de Diversión, la batería tiene más presencia pero sólo lo justo para aderezar temas como “El boogie de la noche oscura y fría”, en la que además hay un fantástico solo de guitarra que deja ver por qué Vincent Van Rock es un maestro del género.
Los juegos de voces muy al estilo de lo que hicieran Franky Valley and The Four Seasons, como herencia de las bandas de doo woop de los 40 y los 50, se hacen presentes en “Be bop a lula”, en contraste con el sonido country muy a lo Johnny Cash de “Fue un fantasma”.
“Hombre lobo adolescente” es netamente un buen psychobilly muy bien ejecutado que le da variedad al álbum y lo saca de la monotonía en que caería si todos los temas sonaran igual. Ese sonido se prolonga al siguiente track, “El monstruo del camino”.
Si a usted le late la onda de The Beach Boys, “Go Rebel Cats go!” es para usted, un autohomenaje que invita a bailar y bailar cono toda rebeldía.
La cereza del pastel en Rockabillear es “Rebel blues”, un blues alcohólico y nini que manda todo al carajo porque la vida es corta, la única que amerita un buen trago para bajarse la malteada.
Por lo anterior y lo que usted, amable lector, pueda encontrar, este es un excelente disco, ideal para irse acercando al rockabilly, y es que, la neta, la neta, la neta, ya Chole con el pinche Café Tacuba.