Entre alertas que suben de nivel y las fugas que no paran, el futuro de nuestra niñez está más expuesto que nunca; podrían ser la primera generación radiactiva de la humanidad, y entonces sí, que Dios nos agarre confesados! Si usted quiere darse una idea de las consecuencias que esto traerá, observe la siguiente ilustración y saque sus conclusiones.
Boletin
Recibe las últimas noticias de Reves sobre arte, cine, letras y mucho más.