CARTELERA RETROSPECTIVA
Extraviada entre la enorme cantidad de estrenos veraniegos, llegó a la cartelera la ópera prima del argentino Matías Lucchesi, Ciencias naturales (2014).
Se trata de un pequeño e íntimo filme que hizo un importante recorrido festivalero en Berlín, en donde obtuvo el gran Premio Internacional del Jurado en la sección Generation KPlus (dedicada a películas sobre la juventud y la infancia); Guadalajara, siendo una de las más premiadas (incluido el reconocimiento a Mejor Película Iberoamericana) y San Sebastián, con la mención especial en la sección Horizontes Latinos.
Lila es una adolescente de doce años, acude a una escuela-internado rural en una apartada región de la provincia de Córdoba en Argentina. Su ingreso a la adolescencia coincide con el irreprimible deseo de conocer a su padre, en contra de la firme negativa de su amargada mamá. Tras dos intentos fallidos para escapar del internado, su maestra de ciencias decide ayudarla. Juntas emprenden un viaje en auto para encontrar al esquivo progenitor, apoyadas de la única pista que poseen: una pequeña placa de metal.
A partir de recuerdos de su infancia, el director cordobés convocó a su amigo Gonzalo Salaya para coescribir el guion de su largometraje debut. La imagen de una mujer acompañada de una adolescente en medio de la montaña, así como la continua necesidad de búsqueda y atención de sus padres, fueron los detonantes de una historia, que si no es autobiográfica, si resultó muy personal para el propio Lucchesi.
Para dar vida a las protagonistas de Ciencias naturales, el director recurrió a la joven actriz Paula Gallineli Hertzog, a quien conocimos previamente por su gran desempeño, en otro debut en la dirección, fue el caso de El premio (2011), de Paula Markovitch, cinta que tuvo un buen recibimiento en los festivales mexicanos de Morelia y Guadalajara. En este pequeño viaje cinematográfico la acompaña Paola Barrientos, una experimentada actriz reconocida sobre todo por su trabajo en la televisión argentina.
La película funciona no sólo como un pequeño drama familiar, también es una especie de road movie femenino. En cierta forma, las particularidades del ingreso a la pubertad del género son bien aprovechadas por el director para indagar en la identidad de una niña que necesita ver a su padre para dar con firmeza el siguiente paso hacia la adolescencia. Además, la fuerza de la naturaleza, el contexto hostil y helado de la sierra cordobesa, ofrecen una mirada distinta, un respiro entre tantos y tantos filmes rodados en la capital argentina (aunque no muchos llegan a la cartelera nacional), que además suelen tocar, aunque sea de soslayo, temas políticos del pasado que siguen reverberando en el presente.
Ciencias naturales dura apenas 70 minutos, puede acusar cierto exceso de ingenuidad y ternura, pero no por ello deja de ser un ejercicio interesante y emotivo. La sencillez de su trama, lo inteligente de su relato, que evita caer en artilugios y florituras innecesarias, hacen de esta una opción digna y entrañable, un remanso en la temporada veraniega, que resulta un poco original recuento de comedias simplonas y descabelladas películas de acción.