Close Menu
Revés OnlineRevés Online
  • Artes
    • Convocatorias
    • Danza
    • Fotografía
    • Teatro
  • Ciencia y Tecnologia
  • Cine
    • Convocatorias
    • Críticas
    • Festivales
    • Series
  • Ciudad
  • Columnas
    • Letras, libros y relajo
    • Mi gato comerá sandía
    • Mula de seises
    • ¿Ya amaneció?
    • Preferiría no escribir
  • Letras
    • Convocatorias
    • Creación
    • Entrevistas
  • Música
    • Agenda
    • Contra las Cuerdas
    • Crónicas
    • Discos
    • Entrevistas
  • Hecho en Michoacán

Boletin

Recibe las últimas noticias de Reves sobre arte, cine, letras y mucho más.

What's Hot

La discapacidad o la sociedad discapacitada

4 junio, 2025

El Festival de Cine de Guadalajara ya es cuarentón

30 mayo, 2025

Brainrot: tu cerebro se pudre muy rápido

29 mayo, 2025
Facebook X (Twitter) Instagram
sábado, junio 7
Facebook X (Twitter) Instagram YouTube TikTok
Revés OnlineRevés Online
  • Artes
    • Convocatorias
    • Danza
    • Fotografía
    • Teatro
  • Ciencia y Tecnologia
  • Cine
    • Convocatorias
    • Críticas
    • Festivales
    • Series
  • Ciudad
  • Columnas
    • Letras, libros y relajo
    • Mi gato comerá sandía
    • Mula de seises
    • ¿Ya amaneció?
    • Preferiría no escribir
  • Letras
    • Convocatorias
    • Creación
    • Entrevistas
  • Música
    • Agenda
    • Contra las Cuerdas
    • Crónicas
    • Discos
    • Entrevistas
  • Hecho en Michoacán
Revés OnlineRevés Online
Home»Columnas»Crónica sobre una cacería de mapaches
Columnas

Crónica sobre una cacería de mapaches

Jorge AmaralBy Jorge Amaral11 junio, 2015No hay comentarios7 Mins Read
Facebook Twitter LinkedIn Telegram Pinterest Tumblr Reddit Email
Share
Facebook Twitter LinkedIn Pinterest Email

Me reporté en la casa de campaña a las seis de la tarde, sabiendo que a esa hora y en plena víspera de las elecciones hay mucho por hacer. No es la primera vez que participo en una cacería de mapaches, de hecho esta fue la tercera.

Mapaches

La primera vez aquello por poco termina en trifulca, lo bueno es que yo portaba un gabán y, debajo de él, un bate de beisbol que por fortuna no tuve necesidad de usar. La segunda vez fue menos intensa, sabíamos que la elección estaba perdida pero había que contener al PRI lo más posible. En esta ocasión, con otro partido y otro candidato, los ánimos estaban encendidos así que, al fin amante de esos menesteres, me apersoné.

Los mapaches operan de noche, son criaturas rastreras muy difíciles de exterminar pero sumamente identificables. Aunque en todos los partidos los hay, los mapaches priistas son los más peligrosos pues ellos tienen la patente de cuanta chapuza electoral se nos pueda ocurrir. Seres viles y listos, regularmente ponen nidos falsos, como un montón de carros estacionados frente al domicilio de un líder, esto para que los cazadores piensen que ahí está la madriguera.

Este método para confundir suele ser bastante efectivo si los cazadores no tienen experiencia pues, por estar cuidando ese supuesto cónclave, donde a lo mejor ni hay nadie, los mapaches operan en otros vehículos, como taxis. Otro método para confundir a los cazadores es la carnada móvil, que consiste en que un conocido líder priista y reconocido mapache se mueve a la vista de todos, transitando con aparente cautela, como no queriendo ser visto; vaya, a toda costa intenta ser sospechoso para que lo sigan, se detiene frente a las casas de militantes de su partido, hace como que se baja del vehículo, como que habla por teléfono, como que entrega algo, esto mientras los cazadores le toman fotos y le cierran el paso; lo que no se imaginan es que mientras ellos hacen eso, los mapaches que de verdad traen las despensas, cobijas o dinero operan a sus anchas en otra colonia o poblado.

Por eso es importante que si se va a implementar un operativo de cacería de mapaches se cuente con suficientes carros y personal a fin de que en cada vehículo vayan tres o cuatro personas pues los mapaches suelen andar en bola y gustan de portar armas.

Total que ya en la casa de campaña mi primera tarea fue cargar gasolina. Para esta encomienda agarré la camioneta del candidato a fin de ser visto en ella, en parte para divertirme y en parte para tantear el terreno, a ver qué tan bravos andaban los de los demás partidos. El combustible lo teníamos en otro domicilio contenido en tambos de 200 litros, por lo que había que vaciarlo a garrafones de 20 y de 40 litros. Mientras el encargado de la gasolina hacía su trabajo, en una cuatrimoto llegó el hijo de una candidata a regidora por el PRD, la contra pues. Lo bueno es que la camioneta estaba adentro y el portón estaba cerrado. Yo me quedé ahí, a la expectativa, asomándome por una rendija.

El chavo se estuvo haciendo pendejo como quince minutos. Entonces salí y caminé hacia donde estaba. Cuando notó que avanzaba hacia él, el chavo se puso lívido. Volteaba hacia todos lados, miraba el teléfono, el reloj, se acomodaba la gorra. “¡Qué onda Brian!”, lo saludé entre amable y retador. “¿Qué haciendo?, ¿cuidando?”. Cuando llegué junto a él ya no supo qué hacer, me sonrió nervioso, prendió la cuatrimoto y se fue. Un inexperto no tiene por qué hacer eso él solo, y es que mientras su candidata mapacheaba, muchachos como este andaban de carne de cañón perredista. Cuando la gasolina estuvo cargada, agarré y me fui a la casa de campaña.

Mapaches
Imágenes: deanimalia.com

De ahí mi siguiente tarea fue llevar combustible al personal de apoyo de la localidad más alejada, enclavada en el cerro. Dos amigos me acompañaron, les digo que en esto no hay que andar solo. Llegamos sin mayores contratiempos al rancho aquel tras 20 minutos de intrincado camino por el cerro. Ahí estuvimos platicando como media hora cuando uno de mis acompañantes me dijo “pus date la vuelta ya pa’ irnos”. Mientras yo daba vuelta, a ellos se les prendió el foco y decidieron ir a visitar a no sé quién. Yo los esperé en la camioneta.

En cuanto me estacioné y dado que traía la camioneta del candidato, unas luces se encendieron a un costado mío y un carro se acercó a tres metros de distancia. Gente del PRD otra vez. De esa camioneta se bajaron dos tipejos, igual de inexpertos que el primero porque se descendieron, caminaron directo hacia mí cada uno con su cerveza en la mano. Yo dejé el teléfono grabando mientras ellos miraban la parte trasera de la unidad, donde no había más que basura. Tomaron fotos, yo de hecho me les cuadré para salir guapo. Lo mejor aquí es no entrar en confrontaciones, y menos en casos como este, en que yo estaba solo frente a dos tipos alcoholizados, en un rancho que no es el mío. Ahí lo más prudente es grabar y reportar cualquier incidente, eso les afecta más que un madrazo.

Bajamos a la cabecera municipal sin problemas. Ahí cambié de carro, en realidad no tenía muchas ganas de manejar. En la parte baja del municipio estaba lo bueno, con mapaches priistas y perredistas tratando de operar mientras los panistas y nosotros los traíamos a pan y agua. La brigada a la que me integré se dedicó más a verificar entradas y salidas que a perseguir mapaches, por lo que anduvimos por todo el municipio.

En uno de esos filtros nos reportaron que en una tenencia estaba reuniéndose gente del PRD, en eso, otro compañero nos llamó, que iba atrás de la candidata a regidora, madre del chavo de la cuatrimoto que les comentaba hace rato. Cuando el compañero se dio cuenta de que íbamos atrás de él, rebasó la camioneta de la candidata y se detuvo y nosotros atrás de ellos. Así estuvimos cinco minutos hasta que llegó otra camioneta de la que se bajaron cuatro hombres, y de la que teníamos acorralada descendieron la candidata a regidora y su esposo. Ellos estaban visiblemente molestos, nosotros nos reíamos, uno de ellos se acercó al coche y dijo “¿cuál es su pedo?”. El Prieto, que iba de copiloto, bajó el vidrio y sacando ligeramente la cabeza le dijo, en tono suave y con una sonrisa maliciosa, “bájele de güevos cabrón”. Algo le sabrá el otro tipo a El Prieto que de inmediato se hizo para atrás y agachó la mirada, no dijo nada y se subió a su camioneta. Los cuatro carros en caravana avanzaron a la cabecera municipal. En la plaza los dejamos, teníamos hambre y fuimos a las hamburguesas de La Quiquis. Ya eran las doce de la noche.

Hay algo que todo cazador de mapaches debe traer: gasolina suficiente, nunca se sabe si habrá que desplazarse ni hasta dónde; cámara fotográfica, ha de contar con un flash que aluce como reflector de presidio y memoria suficiente para grabar una misa; celular con saldo, un teléfono sin crédito o sin batería es inútil si hay que reportar algo; compañeros que no digan que no si hay que entrarle a los chingadazos; mucho café para no dormirse y un arma contundente por si hay que responder alguna agresión, las de fuego no son recomendables pues, ante una revisión de la Policía (que en mi pueblo ni se mete), podemos meternos en líos.

Así, entre corretizas y conatos de bronca dieron las cinco de la mañana, yo debía reportarme ese domingo a trabajar y, como a todos los que laboramos en medios, me esperaba una jornada extenuante. Al fin el PRI consiguió su objetivo y ganó, parece que a 500 por familia. En fin, así es esto del abarrote, ya será para la otra.

Share. Facebook Twitter Pinterest LinkedIn Tumblr Email
Jorge Amaral

Morelia, 1980. Melómano, amante de la cocina y poeta rehabilitado. Con grandes dotes para el albur, además es narrador ocasional, cronista y articulista. Anduvo por el rumbo de Filosofía, tuvo un centro botanero, ha sido obrero, carnicero, Godínez, funcionario, grillero y vendedor de micheladas. De oficio periodista, escribe donde se deje. Demasiado joven para vaca sagrada, demasiado viejo para joven promesa.

Related Posts

La discapacidad o la sociedad discapacitada

4 junio, 2025

Brainrot: tu cerebro se pudre muy rápido

29 mayo, 2025

Expediente Vegetal 19: ¿A qué edad podemos escribir como viejos sin molestar a alguien?

4 mayo, 2025

Cuotas de género en la universidad

30 abril, 2025

Expediente Vegetal 18: las carpetas 1, 2 y 3

27 abril, 2025

Expediente Vegetal 17: Al final, la juventud termina traicionándonos

30 marzo, 2025
Destacados
Columnas

La discapacidad o la sociedad discapacitada

By Oswaldo Arciga4 junio, 2025

La discapacidad en un ambiente social debe ser vista como una condición causada por las limitaciones de los entornos, y no por el padecimiento en sí.

El Festival de Cine de Guadalajara ya es cuarentón

30 mayo, 2025

Brainrot: tu cerebro se pudre muy rápido

29 mayo, 2025

El plagio, una forma superlativa del menosprecio: Camilo Ayala Ochoa

26 mayo, 2025
Mantente en Contacto
  • Facebook
  • Twitter
  • Instagram
  • YouTube
  • TikTok
Nuestra Selección

La discapacidad o la sociedad discapacitada

4 junio, 2025

El Festival de Cine de Guadalajara ya es cuarentón

30 mayo, 2025

Brainrot: tu cerebro se pudre muy rápido

29 mayo, 2025

El plagio, una forma superlativa del menosprecio: Camilo Ayala Ochoa

26 mayo, 2025

Suscribete

Recibe las últimas noticias de Reves sobre arte, cine, letras y mucho más.

Demo
Sobre Reves
Sobre Reves

Revés Online es una revista digital de periodismo cultural cuyo objetivo es compartir noticias y opiniones sobre lo que acontece en la cultura y las artes de nuestros días. Fue fundada en 2002 como una publicación impresa mensual, pero en 2011 emigró a la web para alcanzar mayores audiencias y utilizar herramientas multimedia.

Facebook X (Twitter) Instagram YouTube TikTok
Our Picks

La discapacidad o la sociedad discapacitada

4 junio, 2025

El Festival de Cine de Guadalajara ya es cuarentón

30 mayo, 2025

Brainrot: tu cerebro se pudre muy rápido

29 mayo, 2025

Nuestro Boletin

Recibe las últimas noticias de Reves sobre arte, cine, letras y mucho más.

Type above and press Enter to search. Press Esc to cancel.