Yo pensaba que los biólogos sólo estudiaban cosas en el microscopio y si descubrían algo nuevo le ponían su nombre, como Luis Pasteur. De hecho, casi nunca pensaba en los biólogos. Hasta que conocí a Richard Dawkins y a Rihanna. Al primero lo empecé a escuchar por su aportación más conocida: la palabra meme. A la segunda la conocí porque le pegó su novio y por su canción, We found love. Pero ambos son mucho más que eso.
El primero tiene una de las mentes más nalgonas vivas y una capacidad increíble para expresar de manera accesible teorías científicas complejas y la segunda es una diosa de la fertilidad millenial, poseedora de una actitud de diva relajada malcriada y de uno de los bailes más sexys jamás inventados.
En el capítulo titulado “La batalla de los sexos” de su libro El gen egoísta, RD explica un par de hechos científicos que aclaran el origen de varios lugares comunes por los que un ser humano ordinario pasará a lo largo de su vida amorosa, sobre todo en la juventud. A partir de esos hechos me di cuenta de que la industria de la música pop se ha dedicado consciente o inconscientemente a capitalizar los instintos detrás del sentimiento más vendido: El Amor®. Para demostrarlo usaré a Riri porque Shakira complicaría todo ya que sus primeros discos son obras maestras más allá de toda explicación científica.
Lo primero que hay que dejar clarísimo es que detrás de cada sentimiento bonito, mágico o poético hacia otro individuo de la misma especie, hay un gen que está tratando de duplicarse y cuidarse a sí mismo. Los genes sirven para dotarnos de todo lo que somos. Si eres Rihanna ellos son los responsables de que tengas nariz bonita, ojos verde-miel, labios carnosos, frente grande, piel oscura, caderas amplias, cintura pequeña, piernas largas, etc.
Si no eres Rihanna, los genes son responsables de que seas normal. Pero la información que portan los genes va mucho más allá de solo dotarnos de cuerpos bonitos o no tan bonitos. Los genes también determinan nuestros deseos y miedos más profundos con el único fin de mantenerse a salvo ellos mismos y llegar a otro cuerpo vía reproducción o como dicen los chavos: La caricia. Los genes que promueven esos objetivos son los más poderosos. Nadie nos enseña a sentirnos atraídos sexualmente por alguien.
Ya venimos con esa información. La sociedad y la civilización son construcciones artificiales, es el ser humano tratando de controlar a la naturaleza externa y a su propia naturaleza. Pero no importa cuántas ganas le eche una religión, o qué tan poderoso sea su dios, o qué tan civilizada sea una cultura, siempre siempre siempre, tendrá que lidiar con los mismo instintos sexuales, si no me creen pregúntenle al Rey David y las ganas incontrolables que le dieron de cochar con Betsabé.
Ah no, quedamos que esto era con Rihanna. Si no me creen, pregúntenle a Drake y las ganas incontrolables que siembre ha tenido de cocharse a Rihanna.
Entonces los genes se quieren mucho a sí mismos y lo único que les interesa más que ellos mismos es el cuerpo que los cuida, por eso ellos lo cuidan a él. ¿Cómo lo hacen? Tratando de que el cuerpo no se muera, que viva mucho y que ahorre energías. Esto de ahorrar energía y es muy útil porque no se pueden derrochar calorías todo el día. La energía es el dinero de los cuerpos.
Entre la necesidad de ahorrar energías y de reproducirse surge uno de los dilemas más complicados de la naturaleza. Porque macho y hembra copulan y engendran un nuevo individuo que comparte 50% de genes del papá y 50% de genes de la mamá, pero quien se embaraza es la madre. Es quien está obligada a cargar con el feto durante el tiempo que dure la gestación. ¿Y el macho? El macho técnicamente ya se puede ir alv.
Además sigue generando millones de espermatozoides al día, por lo que podría ir a encontrar y embarazar más mujeres. Pero ¿creen que a la hembra le va a dar mucho gusto quedarse a criar bendiciones sin ayuda de nadie? Esto parece un drama del Conalep, pero constituye el origen de las dos estrategias femeninas observadas en la naturaleza salvaje, donde se han observado principalmente estas dos: la estrategia de la felicidad doméstica y la de macho viril.
Pausa pequeña para mencionar que RD habla en todo momento de que se buscan ejemplos claros y definidos para explicar, pero en la naturaleza es casi imposible encontrar situaciones definidas y la mayoría de las veces hay más bien casos mixtos, como el del ser humano, en el que podemos encontrar ambas estrategias oscilando en el comportamiento de las mujeres o incluso de los hombres.
Estrategia de felicidad doméstica
Es la estrategia que usa una hembra para buscar signos de que el macho no la abandonará una vez que haya accedido a copular. El primer signo de que el macho se quedará es la paciencia. Si el macho invierte tiempo antes del sexo es más probable que lo invierta después. Es una estrategia con cierto sentido. Para encontrar un macho responsable, la mujer pondrá trabas y exigirá pruebas de compromiso. En algunas especies el macho primero debe construir el nido y luego copulan. O el macho le lleva de comer durante algún tiempo para demostrar que puede hacerse responsable de la tarea que será requerida en el futuro. Es decir, la hembra requiere tiempo, pruebas y de ser preferible regalos ¿Les suena familiar?
Estrategia del macho viril
Es la estrategia de la resignación realista. Si una hembra ya se dio cuenta de que en su comunidad no existe alguien capaz de comprometerse a largo plazo buscará alguien que al menos le dé buenos genes, es decir: un macho viril. ¡Hola, fuck boys! ¡Hola, Chris Brown! ¡Hola, corazones rotos! ¡Hola, canciones de Rihanna! ¡Adiós, Drake! ¡Hola, modern old love!
Si logramos entender ambas estrategias, básicamente entenderemos el trasfondo de todas las canciones de amor de Rihanna y del pop en general. Revisaré las ideas más fuertes de tres canciones, porque es pop y si escuchas el coro ya escuchaste toda la canción.
Stay
Toda la canción habla de que no sabe por qué, pero le encantaría que su onvre se quedara porque está sintiendo algo mágico y siente que no podría vivir sin él. Nosotros sí sabemos, pero no le vamos a decir para que siga cantando.
We found love
Encontramos amor en un lugar sin esperanzas
Como si en el lugar en el que vive nadie quisiera quedarse, pero encontró a alguien que se queda a dormir después de cochar.
Márchate porque cada vez te necesito más
¿Acaso Rihanna está tan acostumbrada a las relaciones con machos viriles que se van, que tiene miedo cuando siente esa primitiva necesidad de ser vulnerable y que la cuiden? ¿Quién le hizo tanto daño? Ah sí, Chris Brown.
Rude Boy
Ven, chico rudo. ¿Puedes levantarlo?
Puede ser sexual, pero también puede que quiera ver si tiene genes de alguien que puede levantar cosas pesadas. Y aunque sea sexual también habla de virilidad.
Ven, chico rudo ¿Eres lo suficientemente grande?
Otra vez puede que sea sexual, pero también puede que sea grande y fuerte. Porque estaría bien tener hijos grandes y fuertes para que no se mueran rápido.
Hay una parte del “Gen Egoísta” en la que RD explica que describir el comportamiento de algunas especies no significa que esté a favor de la desigualdad, pero estudiar la naturaleza hace que nos demos cuenta de que si queremos luchar por un mundo más altruista e igualitario, tenemos que entender que esos valores deberán ser inculcados en la familia y en la escuela, porque la naturaleza por sí misma es muy culera.
De hecho y pese a la civilización y al trabajo en los valores de igualdad de género, la naturaleza siempre estará evidenciándose en forma de Rihannas, Malumas, J-Balvines, Cardis B y básicamente del pop más común y corriente que tanto amamos.
http://revesonline.com/2018/12/02/mi-peor-pesadilla-es-la-sonrisa-de-katy-perry/