Por Xoch Tavera
A decir verdad yo no sé mucho de política. Creo que soy además una pésima ciudadana si consideramos el hecho de que nunca me he detenido a analizar las propuestas de los candidatos y confieso haber tomado a veces decisiones con muy poca información a la mano.
El punto es que el día de hoy me dio mucho miedo cuando fui a votar. Para empezar en la casilla de mi casa (su casa) nunca hay gente cuando hay elecciones. Sorprendentemente, la fila –que no era exageradamente grande pero sí lo suficiente para considerarlo anormal- nunca dejó de crecer mientras esperaba mi turno para pasar a votar.
En segunda instancia como yo si soy una mujer responsable y cumplida fui a trabajar y tomé mi transporte colectivo habitual… Como hoy era uno más de esos domingos de Ciclovía, evidentemente el camino para llegar se tornó un poco más lento pero llegó cierto punto en la calle Melchor Ocampo en que el tráfico era igualito al de un lunes a las 2:15 de la tarde, cosa que me llamó poderosamente la atención…
Como siempre el chofer quería desviarse por otros caminos y como yo no iba precisamente para los rumbos que él pretendía, le pedí que me bajara un par de cuadras antes de llegar a mi trabajo y cuál no sería mi sorpresa que la casilla ubicada en el Teatro Ocampo había unas dos o tres cuadras completas llenas de gente haciendo fila para votar.
¡Imagínense mi miedo! Creo que nunca había visto tanta gente queriendo votar… Y a decir verdad para qué les miento, no creo ser buena analista o ser capaz de arrojar pronósticos y si me veo algo ignorante con mi sorpresa por la cantidad de electores presentes en las casillas, no me interesa. Creo que al final de cuentas si hubo un interés de una considerable parte de la gente por decidir a su candidato.
¡Claro que me da mucho miedo! Porque eso significa que entonces hay mucha más gente interesada en que gane un color o el otro y quizás y como van los resultados en el PREP a esta hora (23:18 hrs.) y mientras todos, léase literalmente todos, los candidatos festejan con menos del 20% de las casillas contabilizadas, en algún lugar ya se estén diseñando las estrategias de impugnación.
Y bueno, les cuento que después de un rato de seguir la cobertura mediática de estas elecciones rolándome entre los canales locales y los nacionales y escuchando las tres ruedas de prensa en las que todos declaraban su triunfo, encontré en algún canal perdido la película El títere (Pero por favor ¿¿Quién escribe esas historias??) Una cinta de terror medio “mal hechona” que valga aclarar me da MUCHO –En mayúsculas- miedo porque no me gustan los muñecos de los ventrílocuos y después de intercalar un rato el Refresh en la compu y las escenas en las que NO aparecen estos monos (¡Claro! No estaba viendo la película y justo cuando volteo sale la mona toda muerta sonriéndole al protagonista) me quedé pensando inevitablemente y sólo pude decir: ¿Qué da más miedo… el PREP o El Títere?
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