Se cuenta que Carlos Martínez Rentería escribió BARBARIE a lo largo de muchas noches turbias e inclementes, teniendo como impulso un sentimiento desbordante. Se dice que Rentería se mantiene atento a las exageradas emociones de su entorno: y reacciona sin recato alguno a ellas escribiendo notas en papeles que va almacenando sin ningún orden. Hay quien afirma que la honestidad de su obra nos mantiene atentos. Barbarie, dicen, será una obra polémica por su descarada inmersión en la vehemencia vitalista tan apartada del nihilismo moderno, pero al mismo tiempo será un libro respirable a causa de la sencillez y honradez con la que nos cuenta su historia.
El próximo viernes 2 de marzo el también director de la revista Generación presentará en Morelia éste que es su primer poemario, libro publicado por Moho, editorial que ha surgido desde el suicidio cotidiano de su máximo impulsor de apellido Fadanelli.
Con prólogo de Heriberto Yépez y epílogo de Leonardo Da Jandra, Rentería muestra en este libro que lo suyo no sólo es la promoción cultural, las noches de cantina y las crudas infernales: “A Martínez Rentería le han faltado modales y gustos literarios canónicos. O al menos amistades que, a su vez, hayan sido amistades de los representantes —merecidamente o no— oficiales (…) Su poesía no es bohemia. Ni una apología boba de la bebedera. Captura con sensibilidad lingüística la vía nocturna”, describe Yépez, mientras que Da Jandra afirma que el escritor de Barbarie “es un singular profeta de las letras mexicanas contemporáneas. Pero no es un profeta eudemonista y esperanzador; por el contrario, lo que él preconiza es un mundo de desarmonías radicales donde la oscuridad lluviosa y el amor derrotado no son más que un pretexto para dilapidar la existencia”.
Barbarie será presentado este viernes en punto de las 18:00 horas en la Librería Hidalgo (Madero Poniente 430, Centro). Lo comentan José Luis Castillo, Manuel Noctis, Emiliano Escoto y el mismísimo autor.
Posteriormente, los escritores se trasladarán al bar Limbo (Madero Oriente 652) para departir bocadillos, observar un documental sobre Generación y desde luego, beber como Dios manda.