Por Chito Wet
El Calor tenía varios meses de azotar a las juventudes de la ciudad, el sopor de la fiesta decadente que arrasó desde el año pasado no terminaba aún; o tal vez entre esos fines de semana de ese Mayo no hubo algo más trascendente que los mismos ritmos y sonidos globales.
Desde hacía semanas este calor obligó a todo el mundo a recalcar un poco en los sonidos ricos y nutrientes latinos; la cumbia, la salsa y el mambo se notaban cada vez más en los bares, casas y rincones de esta ciudad; sin embargo, las noches disco y rave sufrían en su convaleciente existencia; ¿Dónde quedaron aquellos que disfrutan de la individualidad de la melomanía? ¿A dónde irían de los que buscan algo diverso? Si el calor es insoportable, más insoportable sería el aguantar el mismo sonido estridente envuelto en ciclos y loops incesantes, apantallantes y borregantes.
Justamente una noche de este fatídico Mayo, directamente desde Guadalajara, Salón Acapulco llegó y calló nuestras súplicas con un grito desesperado y esperanzador a la vez: EVERYBODY SALSA; donde hicieron gala de su mejor colección de éxitos bailables de ayer, antier y el recuerdo; desde Sebastien Tellier, Human League, Felix Da Housecat, Daft Punk, hasta los sonidos más icónicos del México de los años 40´s combinados con lo más selecto del nü disco, funk y minimal house.
El sudor, la prenda caída, las fotos, las bebidas y el intercambio de gritos no se hicieron esperar; consiguiendo entre los asiduos al lifestyle Mala Fama una noche de rumba cosmopolita y rave refrescante, ¿Serán los primeros avisos de que el verano llega? ¿Será este el verano de nuestras vidas? ¿Cómo serán a partir de este verano los siguientes? ¿Estará ahí SALON ACAPULCO para calmar la sed de fiesta? Estas y más interrogantes no las dirán nuestras mentes o corazones, las responderán nuestros pies y nuestras caderas.