Mi amada, ¡estoy envejeciendo! Yo trabajé en este disco por mucho tiempo. Ahora puedo colgar mis zapatos.
Chuck Berry.
Era antes del 2000, no recuerdo si el 98 o 99, el caso es que yo estaba en el bachillerato y vagando con mi compadre Luis por el Centro de Morelia nos metimos a un bazar que estaba por el rumbo del Monte de Piedad. Ahí, entre cintas de Pandora y Richard Clayderman, me topé con un cassette de caja negra y en la portada un hombre negro con una guitarra y haciendo el paso de pato. En la portada se leía “Chuck Berry”, y más abajo, “Includes the hit Johny B. Goode”. Sin dudar lo compré. Aunque ya les había coqueteado a Los Locos del Ritmo, con esa compra oficializaba mi rocanrolerismo.
Sin definir aún quién creó el rock and roll porque cada quien tendrá sus favoritos, sus ideas y teorías, lo que sí tenemos bien claro es que uno de los padres fundadores es Chuck Berry; y es que así como Elvis en la voz le dio identidad al género, Berry con la guitarra, con sus arreglos y sus letras sentó las bases de lo que sería el género musical que determinó al siglo XX y a generaciones enteras.
Y es que tomó tantos elementos diferentes, exploró sonidos tan variados, que no hay aspecto del rock and roll de su época que no haya explorado, pues habiendo sido formado en el blues rural como el de Muddy Waters, entendió a la perfección el R&B, fundamental si de rocanrolear se trata. Pero por otro lado, estaba muy familiarizado con la música country, lo que lo llevó a explorar esa vertiente y de ahí derivó uno de sus grandes éxitos, Maybellene; pero esa influencia country va más allá si ponemos atención a You can’t catch me, un auténtico rockabilly como las grandes joyas de Carl Perkins.
Es tanto lo que se puede escribir de Chuck Berry que ya todos lo han dicho, por eso yo prefiero dejar los datos curiosos en Wikipedia y las cuestiones técnicas en manos de los músicos y especialistas y simplemente reclinar mi asiento y deleitarme con todo el virtuosismo contenido en ese bluesesote instrumental titulado Low feeling, que lo transporta a uno, como cuando habla John Lee Hoocker, a esos campos de algodón y tabaco, a esos juke joints donde se fraguó el nacimiento de esta historia que va del blues primigenio y rural hasta nuestros días, en que el rock jamás habría sido lo mismo sin Chuck Berry porque simple y sencillamente, además de su legado, él fue la inspiración para muchos músicos que se volvieron determinantes en la historia del género, como Lennon, por ejemplo, o Bruce Springsteen.
Parte de su importancia se debe a que para esa época aún no predominaban los guitarristas en el rock and roll, pues recordemos que Elvis se la colgaba de manera más ornamental, que Fats Domino y Jerry Lee Lewis eran pianistas, que Bill Haley, si bien siempre llevaba guitarra, ese no era su fuerte. Los músicos de color que destacaban con la lira eran bluesmen, y esa era la tradición, así que con Chuck Berry, a la par de Elvis, el rock and roll se diversificó musical y, sobre todo, racialmente, lo que a la postre lo haría trascender en el tiempo más allá de los pronósticos de quienes lo veían como sólo una moda juvenil, efímera y pasajera que al cabo de unos años desparecería. Ya llevamos casi 70 años de rock and roll y no hay para cuándo se acabe, así que los padres fundadores lo hicieron bien porque legaron una herencia sólida, que ha resistido nuevas tendencias propias de cada época, lo normal en el curso de la historia.
Chuck Berry a sus 90 años seguía trabajando en un nuevo disco, lo cual comprueba que no se conformaba con vivir de la gloria pasada, ya que siendo uno de los músicos más influyentes, lo más cómodo hubiera sido quedarse en lo que fue, pero no, como buen padre era incansable y comprometido con sus hijos putativos alrededor del mundo.
A los 90 años decidió colgar los tenis pero su legado sigue con nosotros, a final de cuentas subgéneros y tendencias van y vienen, estrellas nacen y se apagan, estilos se mezclan y suceden, pero el rock and roll primigenio y puro que nos enseñaron los padres fundadores sigue ahí y nadie lo puede cambiar. Por eso y muchas cosas más, adiós Chuck Berry, adiós papá.