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Autor: Armando Casimiro Guzmán
Docente con pasado economista, aunque hace un tiempo le tiró a la astronomía. Nunca vota en las elecciones y prefiere los libros en papel. También ve mucho, mucho cine.
Después de seis días de actividades llegó a su fin la sección de películas mexicanas en competencia, la última tanda inició con Los muertos, segundo largometraje de Santiago Mohar Volkow, luego de que su ópera prima pasó desapercibida cuando vio la luz hace un par de años.
Debido a su exitoso recorrido internacional, Güeros, la ópera prima de Alonso Ruizpalacios, era una de las obras más esperadas de la sección de largometrajes en competencia del FICM. La película ya se presentó en el Festival de Cine de Berlín, donde obtuvo el premio que se otorga a los mejores primeros trabajos.
Con cierto escepticismo fue recibida la película Los ausentes, séptimo trabajo de ficción del capitalino Nicolás Pereda, en la penúltima jornada de exhibición de largometrajes en competencia. El propio Pereda ya tuvo la experiencia de ganar en dicha categoría, cuando en el 2007 presentó en este mismo festival su trabajo debut, ¿Dónde están sus historias?
De buena manera cerró la jornada de largometrajes en competencia este martes en el FICM, con la presentación de Las oscuras primaveras, segundo trabajo de ficción del veracruzano Ernesto Contreras, quien vuelve a las pantallas después del rodaje documental Seguir siendo: Café Tacuba (2010).
Días malos y días buenos han alternado en la sección de largometrajes en competencia, afortunadamente este martes tocó un día bueno. Inició la jornada con Hilda, ópera prima del regiomontano Andrés Clariond, que gracias a la sutileza de su humor, logró arrancar algunos aplausos al término de la función de prensa.