Autor: Jorge Amaral

Morelia, 1980. Melómano, amante de la cocina y poeta rehabilitado. Con grandes dotes para el albur, además es narrador ocasional, cronista y articulista. Anduvo por el rumbo de Filosofía, tuvo un centro botanero, ha sido obrero, carnicero, Godínez, funcionario, grillero y vendedor de micheladas. De oficio periodista, escribe donde se deje. Demasiado joven para vaca sagrada, demasiado viejo para joven promesa.

Mosh, hermano, ya eres michoacano Todos los días el gobierno del estado, ya sea a través del secretario de Educación, Alberto Frutis, o el titular de la Secretaría de Finanzas, Carlos Maldonado, o incluso en voz del gobernador, Silvano Aureoles, sale a decir a la opinión pública que las deudas con el magisterio están saldadas, que ya se les pagó, cuando la realidad es aplastante, contundente, y se impone a lo dicho por el Ejecutivo estatal y sus voceros, porque si los pagos estuvieran hechos, si no se les adeudara nada, no tendrían necesidad alguna de salir a las calles…

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Proemio a manera de disculpa Mucho ha pasado desde la última vez que escribí para Revés, pero de todo eso quiero destacar la lucha a dos de tres caídas entre El Santo y Alex El Chupón Pelayo, en la que nuestro Enmascarado de Plata se impuso sobre la arrogancia, petulancia y clasismo del director de la Cineteca Nacional. ¿Qué enseñanza saco de esto? Mis opiniones sobre el Festival de Cine y mucha de la gente que a él acude no han sido del todo erradas, así que quince años sin ir a una sola función y contando. Aclaro: yo sí…

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Mi amada, ¡estoy envejeciendo! Yo trabajé en este disco por mucho tiempo. Ahora puedo colgar mis zapatos. Chuck Berry. Era antes del 2000, no recuerdo si el 98 o 99, el caso es que yo estaba en el bachillerato y vagando con mi compadre Luis por el Centro de Morelia nos metimos a un bazar que estaba por el rumbo del Monte de Piedad. Ahí, entre cintas de Pandora y Richard Clayderman, me topé con un cassette de caja negra y en la portada un hombre negro con una guitarra y haciendo el paso de pato. En la portada…

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La convalecencia por enfermedad o después de una operación siempre es, cuando no difícil, sí tediosa, y más porque el espectro de cosas que se pueden hacer se puede llegar a ver bastante mermado. Películas, series y libros suelen ser excelentes opciones para distraerse, pero la música es en realidad la vieja confiable pues no requiere ni siquiera estar despierto. Así pues, por si usted conoce a algún director de revista afectado en su salud, pásele esta lista hecha no para pensar demasiado, sino más bien como para rebelarse y quemar algunas cosas… se me ocurre, por ejemplo, hacer una…

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