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Autor: Omar Arriaga
(Morelia, 1984). Narrador y periodista cultural. Director de la extinta publicación El ornitorrinco literario. Ganador del Premio Estatal de Ensayo María Zambrano 2013 con La muerte de Sócrates. Ha sido columnista del periódico Cambio de Michoacán y colaborador de las revistas Mil Mesetas (Ciudad de México) y Letra franca (Morelia).
En el octavo piso de ese edificio en el que perdí la mochila en que traía tus cosas, ahí me encuentro. Frente a mí está el Palacio de Bellas Artes. El sol, que estaba cayendo como metal líquido, como magma, de pronto se ha eclipsado. Y se agradece.
Pero cómo había empezado todo. Fuiste un día cualquiera en la mañana a hacer las maletas. Era increíble pero reconociste algunos objetos masculinos que no eran tuyos. Te quedaste algunos días en casa de un amigo y dejaste de asistir a la escuela.
Eras una guía para todos alrededor tuyo. Avanzabas y por lo general iban detrás de ti, por el camino que ya habías marcado. Tu escasa edad hacía que el fenómeno fuera aún más maravilloso.
Un hombre deprimido y un globo desinflado como signo de algo que ya terminó; la existencia concluyendo con las palmas y el aliento… aquí, la segunda parte de un relato escrito desde la soledad de una habitación desordenada.
La ayudó a mudarse a su apartamento cuando recién volvió a la ciudad. Se habían conocido en una fiesta donde ambos tenían una amiga en común: ella, una antigua compañera de la carrera, en aquella otra urbe, que también regresaba, aunque no tenía ya familia; él, esa chica que era novia de su amigo. Paula se llamaba.