El pasado 25 de febrero un grupo de al menos 100 policías estatales interrumpieron el concierto de Botellita de Jerez en un bar de Toluca por razones que aún no quedan del todo claras. Se trata de una experiencia más que se agrega a la lista de anécdotas no muy agradables que tienen qué ver con presentaciones de rocanrol y actos de violencia provocados ya sea por fanáticos desmedidos o por uniformados represores. A continuación, una pequeña muestra.
¿Por qué no te haces para allá? (al más allá)
En septiembre de 2010, la capital de Chihuahua recibió a dos de las bandas rockeras más populares de nuestro país: Zoé y Molotov, quienes se presentaron en la explanada de La Cerve, un centro multicultural de aquello lares. Todo estaba tranquilo, como casi siempre en esta clase de eventos, pero tras la presentación de Molotov, los “animadores” del evento convocaron al público a que organizaran un slam monumental, lo que devino en una lluvia de latas de cerveza, pisotones al por mayor y algunos conatos de bronca que dieron como resultado 15 heridos, dos de los cuales necesitaron atención médica. Con un aforo que rebasó los ocho mil espectadores, la verdad es que el saldo rojo no fue para tanto, como sí lo fue el hecho de que Zoé retrasó por varios minutos su arribo al escenario por la tremenda juerga que se cargaba su vocalista, el conocido león indomable del Torito.
Tumbemos el muro
La más reciente presentación de Roger Waters en la ciudad de México dejó a todos boquiabiertos, pues a la calidad musical del fundador de Pink Floyd se le agregó un espectáculo visual pocas veces visto. Sin embargo, no todos conservan un grato recuerdo por tan distinguida visita. Durante la última presentación del inglés, el 21 de diciembre, varios fanáticos se aglomeraron a las afueras del Palacio de los Deportes e intentaron ingresar al recinto sin su respectivo boleto, lo que provocó un enfrentamiento con los elementos de seguridad privada, tres de los cuales resultaron heridos de manera leve, sin que requirieran hospitalización. A la trifulca, vale agregar, arribaron tarde los policías de Seguridad Pública del DF, así que no hubo detenidos pero tampoco gorrones que vieran al mítico Waters sin desembolsar sus devaluados pesitos mexicanos.
Guadalupanos peleoneros
La música de Alex Lora pareciera de lo más inofensiva, pues tantas canciones dedicadas a la virgen morena y los niños sin amor provocan más bostezos que otra cosa, sin embargo, hay quien todavía pierde los estribos con las actuaciones del Tri de México. En octubre de 2007, la longeva banda mexicana ofrecía un concierto en Reynosa, Tamauilpas, cuando el slam se salió de control y derivó en broncas particulares que dejaron como saldo varios heridos que necesitaron ser auxiliados por la Cruz Roja. No pasó más, pero vale la pena rescatar parte de la nota firmada por Armando García en el sitio En Línea Directa, quien no oculta su animadversión hacia estos toquines: “En el concierto del TRI, que fue realizado en la explanada de la Expoferia Reynosa, 2007, corrió a raudales entre los viciosos asistentes el alcohol y la marihuana, así como otros hasta fumando coca en piedra, en el desarrollo del supuesto concierto de Alex Lora, y su ‘domadora‘ Chela de Lora, quienes ridículamente intercambiaban gargajos en el escenario, mientras que los jóvenes enloquecían realizando el clásico ‘Slam‘, y a cada una de las leperadas del Guadalupano Rockero, que les dirigía con cariño”. ¡Joder!, me cae que es la crónica más verídica que he leído sobre el triste líder del Tri.
Pistolas sin rosas
En marzo de 2010, Lima, Perú se vio sacudida por la llegada de los Guns & Roses, quienes llegaban para recordar sus años dorados con temas como November Rain y Don´t Cry. Fue tanta la expectativa, que el boletaje se agotó rápidamente, por lo que muchos se quedaron con las ganas de ingresar al show. Sin embargo, varios de ellos optaron por permanecer afuera del estadio sede para por lo menos escuchar parte del recital encabezado por el iracundo Axel Rose. Lo que no calcularon era que la policía llegaría a desalojarlos con lujo de violencia. Entre los afectados, destaca el caso de los hermanos Bryan, Guillermo y Jorge Montes, quienes asustados por los hechos, tuvieron la genial idea de correr justo hacia los elementos de seguridad con la esperanza de estar a salvo. Pero no, en vez de protección, los tres recibieron una tunda de macanazos e insultos por parte de los policías, quienes quizá también estaban enojados por no ver a los creadores del Use your ilusion 1 y 2.
Tragedias verdaderas
Los anteriores casos no son más que inofensivas curiosidades para el historial del rocanrol si se les compara con casos, estos sí, con olor a muerte y destrucción. Basta recordar el concierto ofrecido por los Rolling Stones en Altamont, en 1969, que terminó trágicamente con la muerte de cuatro personas y decenas de heridos, todo provocado por los legendarios Hell Angels, pandilleros norteamericanos que supuestamente provocaron ese zafarrancho en un concierto al que acudieron 400 mil fanáticos. Tampoco se podrá olvidar que Pearl Jam se vio obligado a cancelar su tour mundial luego de que su parada por el Roskilde Festival de Dinamarca terminara con un saldo de nueve muertos como consecuencia del sobrecupo.
La música electrónica también tiene su álbum negro, y uno de los casos más recientes se dio en el afamado Love Parade edición alemana, con sede en Duisburgo. El 25 de julio de 2010 murieron 19 y resultaron heridos 342 ravers tras una estampida humana que se salió de control, todo por desatenciones básicas en las medidas de seguridad.