Por Luis Manuel Paz
Como sabemos que en este sitio nadie cree en Dios, dejamos aquí unos aforismos para que hoy, y hasta el fin del mundo, crean en ese tipo que (mal) creó todo.
Dios creó el tedio del lunes para pensar en él.
Dios no debió levantarse con el pie izquierdo el día que decidió crear todo.
Dios debió haber inventado el paraíso para los vivos, no para los muertos.
Dios no debió haber creado a muchos.
Dios debió hacernos ubicuos.
¿Para qué inventó Dios la tienda Bijan si existe Tepito?
Si Dios no hubiera creado los GPS seguiríamos preguntando cómo se llega a Roma
Si Dios no hubiera creado los buenos, no existirían los malos.
Dios no debió haber inventado los paraguas.
Dios no debió haber inventado el mal humor.
Si Dios insistió en inventar el clembuterol, ¿para qué inventó a la Selección Mexicana?
Luego entonces, si Dios inventó la Selección Mexicana para qué inventó las putas… y las fiestas.
Dios no debió haber creado algo destinado al fracaso.
¿Para que inventó Dios el ruido si con el silencio era más que suficiente?
Dios debió haber plantado más manzanas.
Dios debió haber inventado sólo la maldad y no la bondad. Con ambas hay los gandallas y los mustios. Los divertidos y los aburridos.
¿Para que inventó Dios las verduras?
Dios no debió haber inventado la derecha.
Mucho menos la resaca.
Dios debió haberse puesto sus anteojos el día que se levantó con el pie izquierdo.
Si Dios, cuando creó todo, hubiera alterado el orden de los factores, el orden de los factores alteraría el producto y todo sería distinto.
Dios no debió habernos dotado con la amígdala cerebral, porque ahí nace el miedo.
Dios debió haber puesto el mundo de cabeza y no dejarle esa tarea a los humanos.
Dios debió darnos la virtud de la invisibilidad y no la de la imbecibilidad.
Si Dios sólo hubiera creado la maldad no escogeríamos entre el bien y el mal. Seríamos como niños. Divertidos. Sorprendentes. Pero no malos.
Dios debió habernos creado con alas, no con piernas.
Dios se equivocó.
@luismanuelpaz