Hace algunos días cerré mi cuenta de Facebook y no saben cómo me alegra no ser bombardeado por publicaciones socarronas de gente necia, sobre todo ahora que en Morelia se ha puesto de moda ser antitaurino, simple y sencillamente porque el Congreso declaró a la fiesta brava y a la charrería como Patrimonio Cultural Inmaterial del Estado.

Por Jorge A. Amaral
En este sentido, valdría la pena que estos grupos pugnaran por prohibiciones igual de explotables en las redes sociales, y es que lo que ha llamado la atención de todo este embrollo es que hasta el más despistado ha querido sacar su raja política, a tal grado que incluso organizaciones como Grupo De Facto Diversidad Sexual (que como su nombre lo dice, su lucha es otra), a través de su líder Gerardo Herrera se ha pronunciado contra tal declaratoria, argumentando que la tauromaquia y la charrería son símbolos del machismo y la exclusión hacia la comunidad gay.
Está bien, a este señor le encantan los reflectores y las entrevistas, reconociendo que ha logrado grandes avances en materia de inclusión y respeto hacia los grupos vulnerables pero que no la joda, este no es su tema, al menos no desde ahí.
Por eso y en aras de realmente impactar en la sociedad prohibiendo todo aquello que puede disgustarnos, yo, desde mi humilde trinchera y casi convencido con tan sólidos argumentos antitaurinos, convoco a la lucha organizada, y al grito de “¡Chairos del mundo!, ¡uníos! ¡Animalistas del orbe!, ¡avanzad conmigo!”, llamo a luchar por la prohibición de cosas que ni son cultura porque YO, siempre con mayúsculas, no veo lo cultural en ello, aunque sean manifestaciones íntimamente ligadas a la idiosincrasia y cultura del mexicano. Va la lista y sobre la marcha vemos si nos conviene:
1. Jaripeos. Los jaripeos son la versión mexicana del rodeo americano y una variación de ciertas artes de la charrería. La dinámica, según las redes sociales, es drogar al toro, maniatarlo y que un desalmado que pesa diez veces menos le monte, lo cual va contra los derechos casi humanos del animal, pues ninguna bestia debe ser montada porque la Pacha Mama no las diseñó para eso. Y que no venga ningún jinete, empresario o ganadero a explicarnos cómo realmente es el jaripeo, no lo vamos a escuchar simple y sencillamente porque nosotros tenemos la razón. Palabra de Facebook. Vamos, vamos a manifestarnos en las plazas de todo Michoacán para que el jaripeo se prohíba… pero espera, eso no tiene nada de internacional porque el jaripeo es meramente mexicano; en Barcelona no van a entender nada, además muchos de esos eventos los organiza la maña y esas plazas sí se llenan, hay un chingo de gente… no, mejor volvamos al Centro de Morelia a gritar contra la tauromaquia, ahí estamos a salvo.
2. Palenques. ¿Qué bobada es esa de dos gallos, cada uno con una navaja amarrada en la pata, dándose de catorrazos hasta que uno corre o muere?, ¿por qué mejor no agarran ellos sus navajas y se pelean? Ahora que se venga la Expo Feria vamos al palenque y con pancartas y todo vamos a irrumpir durante la presentación de El Potrillo para abolir las peleas de gallos en todo Michoacán, así que desde ahorita hay que ahorrar para las entradas de mil pesos. Lo malo es que el lugar va a estar hasta arriba de gente, muchos de ellos ya borrachos; además, según una entrevista que vi en Facebook (mi periódico, enciclopedia y gurú), La Tuta es un apasionado de los palenques… no, mejor volvamos al Centro de Morelia a gritar contra la tauromaquia, ahí estamos a salvo.
2. Carreras con mascotas. Si a ti te gusta correr para estar en forma, eres de los míos, a mí también me gusta estar en forma pero me da flojera correr y odio sudar. Pero si lo que te gusta es salir a correr con tu mascota y participar en carreras donde los perros están incluidos, tache. Tu perrito tiene derechos, ¿le has preguntado si le gusta correr?, ¿sabes si está cómodo con ese collar o pechera?, ¿le grada que lo jales del pesc… perdón, cuello? No, ¿verdad?, ¿entonces por qué maltratarlo de esa forma? Obligar a un perro a que corra por una avenida de asfalto caliente no es un deporte, es tortura.
Así que prepárense porque la siguiente carrera de este tipo que se organice, vamos a llegar, la vamos a interrumpir y haremos que se prohíban estos actos de explotación. A ver, no, espera, ¿y si los perros son bravos a defienden a sus compañeros (recordemos que ya no existe esa relación perro-amo)?, además muchos de mis amigos antitaurinos participan en esas carreras… no, mejor volvamos al Centro de Morelia a gritar contra la tauromaquia, ahí estamos a salvo.
Otras opciones eran la equitación y las carreras de caballos, pero como era cuestión de buscar hipódromos y contra eso nadie protesta, como que no tiene mucho sentido, no se volvería viral. Mejor sigamos gritando contra la tauromaquia, no importa que toreros, ganaderos y empresarios traten de conciliar posturas y mostrarnos todos los aspectos de la actividad, desde la crianza hasta la corrida, siempre nos seguiremos negando a escuchar cualquier argumento. Salud por ello.