A los jóvenes desde siempre se nos dijo y se nos insistió en que nos formásemos para labrarnos un futuro mejor, para tener mayores oportunidades, para tener un buen trabajo, para poder aportar más cosas a nuestro país… Pues bien, eso hicimos: nos formamos y nos preparamos; ¿y ahora qué?
Ahora nos encontramos con títulos como para empapelar habitaciones y en nuestra casa esperando a que quien sea nos quiera contratar, aunque sea por un mísero salario, buscando en todas partes, recurriendo a todo el mundo y deseando encontrar algo aunque no sea o no se ajuste a lo que estudiamos, a lo que tanto nos costó y por lo que tanto empeño y tanto luchamos. Todos lo único que queremos es trabajar, ganarnos la vida y salir de esa desesperación que te da el no poder conseguirlo.
Esto es algo bastante general en todos sitios, pero en España es algo escandaloso y con la crisis económica del país mucho más. En este país ya no sólo somos la generación perdida, también somos la generación regalada porque por un trabajo ya trabajamos gratis o muchos titulados superiores que tienen suerte lo hacen a cambio de que te paguen el transporte para el desplazamiento, y si tienes lo siguiente a suerte te dan el salario mínimo.
Los datos de desempleo españoles son sonrojantes, aunque parece que aquí nadie se sonroja; y como mucho están tostaditos, pero por el sol porque están de vacaciones. El 30 de agosto salieron los datos de Eurostat sobre el desempleo en julio y nadie dijo nada con respecto a que tengamos un 26.3% de desocupación y el 56.1 de jóvenes españoles en esta situación (2 décimas más que en junio).
Según el Observatorio de emancipación del consejo de la juventud de España (organismo estatal dependiente del Ministerio de Sanidad, Servicios Sociales e Igualdad) en un reciente estudio publicado durante este verano:
La mitad de los jóvenes españoles que buscan empleo llevan haciéndolo más de un año, la mitad de los jóvenes de hasta 30 años que sí tienen trabajo están sobrecualificados para el puesto que tienen y de estos últimos, además el 23% están subocupados (trabajan un número insuficiente de horas respecto a su disponibilidad laboral), hablando claro que tienen un minijobs.
Con tal panorama entenderán que este observatorio diga también que sólo el 22.1% de los jóvenes de hasta 30 años vivan fuera de casa de papá y mamá; porque para comprar una casa se debe invertir el 54.2% del salario y para rentar el 47.4% Pero conviene aclarar, para que se hagan una idea, que la media del alquiler en España está en 539 Euros y el salario mínimo está en 645.30 Euros; por tanto, queridos, aquí si nos emancipamos de casa de los papis, no comemos.
La situación precaria para los jóvenes suma y sigue, porque según la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE) en los últimos 3 años ha aumentado a un 69% los titulados superiores que ni trabaja ni puede seguir estudiando; y esto se debe a los recortes en educación y la subida de los precios para estudiar, que el curso pasado llegó en algunos sitios como en Canarias hasta el 170%. Para que lo tengan más claro, ahora estudiar una carrera, en una universidad pública, sale por año unos 1,073 Euros de media y los másteres oficiales (en universidades públicas) superan los 2.000 Euros anuales; y unido al recorte o desaparición de muchas becas resulta imposible seguir estudiando y en una situación sin salida mientras se encuentra el tan deseado trabajo.
Ya les dije en otra crónica hace días que Randstad había publicado una encuesta con el dato que el 65% de los profesionales jóvenes españoles se marcharía del país a cambio de un trabajo. Según el INE (Instituto Nacional de Estadística) desde el comienzo de la crisis, en 2008, ha aumentado en 5.5% los españoles residentes en el extranjero y la mayoría son titulados universitarios y, en muchos casos, son jóvenes investigadores.
Unos jóvenes investigadores que en España trabajaban hasta sin contrato; como el caso de una investigadora española, que se encarga de estudiar los genes del autismo para encontrar un fármaco, y que trabajó durante algo así como un año sin contrato y que hace unos días lo contó a la prensa porque Harvard la ha contratado. Sobre la fuga de investigadores no hay datos, el Ministerio no los da, y los afectados no hablan hasta que su situación irregular cambia para no tener represarías, aunque se sabe que seguirá la huida porque el Consejo Superior de Investigaciones Científicas y 6 organismos estatales más han anunciado su cierre inminente de no ponerse una pronta solución y acabar con los recortes en I+D+I y que también supondrán en los 5 próximos años, según la Fundación para la Innovación Tecnológica, 3 puntos menos en el PIB español.
Desde fuera en muchos casos se estn organizando y convocando manifestaciones como las de Paris o Bruselas, del mes de abril, en la que 200 jóvenes marcharon a la Plaza de España de Bruselas bajo el lema “No Nos Vamos, Nos Echan” y bajo la pancarta “Tu sobre es mi exilio” en referencia a los supuestos sobres de dinero B de mordidas que constan en la contabilidad B que el extesorero del Partido Popular (PP), partido en el poder, que supuestamente cobraban hasta hace poco sus dirigentes e investigado en un caso en manos del Juez Ruz.
Por todo esto les digo que si tienen trabajo cada mañana al levantarse sonrían y siéntanse contentos y orgullosos, porque tienen ese artículo de lujo en el que se ha convertido un empleo y que tantos ansiamos por tener; y si no tienen trabajo mucha suerte, no desesperen, no pierdan ni la esperanza ni la sonrisa y piensen que siempre se puede estar peor y para muestra la de España o puestos a confesarnos la mía propia (desempleada, Licenciada en Comunicación, con una habitación empapelada de títulos varios hasta de alguna universidad de Iberoamérica, en casa de los papis a mi pesar, etc.) que si alguien quiere le paso mi currículo y si me dan trabajo y me acogen allí con gusto e inmenso placer me marcho de inmediato.
No hay curro; la numeralia:
26.3% de Desocupación.
56.1% de los jóvenes españoles sin empleo.
50% de los jóvenes desempleados, llevan más de un año buscando trabajo.
50% de jóvenes de hasta 30 años están sobrecalificados para el trabajo que tienen.
23% están subocupados.
Solo el 22% de los jóvenes de hasta 30 años viven fuera de la casa de sus padres.
539 Euros es el promedio del alquiler de un piso en España; y 645.3 Euros es el salario mínimo.
69% es lo que ha aumentado la cifra en los últimos tres años, de quienes han terminado de estudiar y no hayan trabajo ni pueden continuar con posgrados.
65% de los jóvenes españoles estarían dispuestos a emigrar a cambio de trabajo.