La primera vez que conocí un bar gay fue con un primo y lo hice por equivocación, cuando el famosísimo (en su tiempo) Madrez se mudó al centro de la ciudad de Morelia, y que anteriormente, según yo, era un bar mixto.
Esa fue la primera visita o encuentro que tuve con el ambiente. Realmente no interactúe con nadie, ni quise. Al paso del tiempo, un miércoles, tuve la oportunidad de conocer el bar Rojas. Era la primera vez que conocía ese bar; al abrirse la puerta había una gran masa de gente, no podía ni caminar. Generalmente, como en la mayoría de los bares de Morelia, hay promociones en ciertos días. En este bar, el miércoles la cerveza está a mitad de precio y el copeo al dos por uno; eso explicaba la masa de gente. En la barra era imposible pedir algo, pues aunque ustedes piensen que los gays son frágiles, saben empujar. Observé que a la mayoría de personas que compraban cerveza, el bar tender les echaba un jugo envasado en una botella de plástico, que no estaba etiquetado. Era jugo de limón; noté de que todos los que compraban cerveza la pedían con el famoso jugo. Empecé a especular que quizá contenía algo. Me imaginé muchas cosas de su contenido, desde éxtasis hasta algún potencializador sexual. No me quedé con las ganas y pedí el jugo tan popular. Pero era sólo simple jugo. Me decepcioné un poco. Al regresar estaba una chica enseñándole su abdomen de lavadero a mi amiga (la que acompañaba en esos momentos), presumiéndoselo de una manera intensa, le hacía proposiciones directas. Yo creí que el acoso se daba más entre hombres, pero con esto me di cuenta de que las lesbianas son más intensas al momento de ligar, al menos en esa noche nadie se me acercó, ni me dijo nada.
Nunca lo pensé, pero a partir de ahí, empecé a convivir y relacionarme con personas de ambiente, mayormente del sexo masculino, fue ahí donde nació la curiosidad de conocer más de sus dinámicas y áreas de desenvolvimiento. Si usted me conoce y me ha visto frecuentando bares, lugares de encuentro y/o en fiestas de ambiente, seguro nunca se imaginó el fin. He visitado bares gays en la ciudad de México, Guadalajara y Morelia.
Morelia es una ciudad relativamente pequeña con una economía basada en el estudiantado. Por consecuente, muchas personas de alrededor del estado se mudan a nuestra ciudad para estudiar. Hay gente que viene de ciudades, y gente de pueblos dentro y fuera de la entidad. La mayoría de las personas que se declaran abiertamente gay han tenido parejas de sexo distinto, es parte de la experimentación para encontrarse a sí mismos. La hipótesis es que, la mudanza potencializa la decisión de salir del closet, ya que en un nuevo lugar de residencia en donde pocos o nadie te conoce, una vez lejos de casa, es una nueva oportunidad para encontrarse y sentirse identificado con otras personas que pudieran tener las mismas curiosidades, y se da la apertura de experimentar e indagar acerca de sus preferencias sexuales, quizá sea porque en sus lugares de residencia podría ser difícil de aceptar, o abordar el tema para una familia mexicana y la sociedad machista que predomina aún en nuestros tiempos.
Por la misma manera de que Morelia es una ciudad pequeña, muchas de las personas que están en el ambiente se conocen unas a las otras sin importar edad, por lo tanto, las relaciones a veces pueden ser conflictivas o difíciles por ese mismo hecho, probablemente, todo ser que forme parte del ambiente sabe de su historial amoroso, social, etcétera, y ahora más que las redes sociales facilitan ese trabajo. Dentro de las parejas se establecen roles, hay quien lleva el papel masculino y el femenino, por así decirlo, o como se les conoce: los activos y pasivos. Una buena forma de consolidar una vida en pareja es tener una mascota, para ellos es muy importante hacerse cargo de la compañía de uno. De igual forma, hay quienes les gusta resaltar más su tendencia femenina y algunos otros que les gusta ser más discretos, en cuanto a vestimenta, forma de hablar, caminar y actuar. También hay quienes prefieren alejarse de ese juicio y evitan la convivencia con el ambiente. Poseen un sexto sentido donde reconocen quién es de ambiente y quién no. Algunos son fanáticos de la superstición, creen en la energía, karma, mantras y en horóscopos, con ello explican varias situaciones de su vida diaria. Es importante para ellos estar en forma, por ello cuidan su dieta y su consumo de calorías. Son muy selectivos en sus amistades y las valoran realmente.
Generalmente los bares gays tienen una similitud entre sí, una de ellas es la decoración del lugar; cada uno tiene su temática específica, pero estandarizando, estos lugares cuentan con grandes espejos con un enmarcado clásico, sillas de diseño que no necesariamente son cómodas, pantallas de leds, audio profesional muy basto de acuerdo al lugar, iluminación muy bien pensada para ambientar al rededor, pista de baile, áreas VIP, barra muy surtida, obras de arte que van desde escultura, pintura y fotografía. Los empresarios gays, al parecer son grandes compradores de arte, cada uno tiene su corriente artística favorita. La música es muy importante para ellos, de eso depende si un lugar es bueno o malo, el set va desde un electrónico suave hasta un recuento por los éxitos de los 90’s – 2000’s, dependiendo el lugar. La mayoría de bares (a los que he visitado) tienen precios muy accesibles, por eso no es de extrañar ver uno que otro colado cazando las promociones del día.
Cuando no andan de fiesta, les gusta los lugares tranquilos y relajados, donde puedan comer rico, tomarse un buen trago y tener una buena charla.
No soy un académico capacitado para profundizar el tema, es un tema extenso y delicado de manejar, pero la idea de escribir esto es para compartir la interpretación en base de experiencias que me parecieron curiosas, muy propias y diferentes, quizá sean erróneas, mas no quisiera generalizar factores que tal vez solo se den con pocas o ciertas personas en específico. Los heterosexuales somos ignorantes respecto al tema gay. Tenemos prejuicios sin siquiera argumentarlos, y no estamos abiertos a la convivencia, aún no aceptamos que existe una comunidad gay y que tienen sus dinámicas y roles. Agradezco a todas esas personas que conocí, que conozco, que me permitieron entrar en su vida y contribuyeron con esto consiente o inconscientemente.