Los finlandeses ya tienen un seguro contra conciertos fallidos, pues esta semana el Consumer Disputes Board aprobó que cuando un espectáculo masivo no cumpla con las expectativas generadas, se pueda devolver el dinero de las entradas.
El antecedente de esta nueva ley es nada menos que un concierto de Chuck Berry y un show que ofreció en 2003. Decepcionado, uno de los asistentes exigió se le regresara la inversión, pues a su parecer el músico lucía muy fatigado. Doce años después se ha determinado que el demandante y todos los que fueron a la tocada podrán recuperar el 50% de lo que gastaron.
Para que este reclamo tenga efecto en el futuro, se deberá acreditar que el malestar contra el concierto es generalizado y que haya elementos palpables, mas no gustos subjetivos o apreciaciones individuales.
¿Será que en México esto pueda suceder? Miren que de pronto nos topamos con cada concierto tan…
Con información de Europa Press