Guadalajara, no recuerdo el año. Estaba de visita en esa ciudad con motivo de una lectura y mi amigo y anfitrión, después de llevarme por algunos lugares divertidos de Guanatos, me guió hasta el Tianguis Cultural.
Por Jorge A. Amaral
Se trataba de un lugar pletórico de rasta-cholos, jipitecas artesanos, darketines morenos, punkies sonrientes y demás especímenes, entre los que más de alguno se le quedaba viendo feo a un joven y bello Amaral con Dickies tumbados y cabello envaselinado (¡Suavecito!). En ese lugar, entre otras cosas de las que ya platicaré luego, me encontré Esquivel! Remixed, del mismísimo Juan García Esquivel, el padre de la música lounge, aunque él le llamaba Sonorama y lo definía como un proyecto sonoro de 360 grados.
Se trata de un álbum doble en el que el disco 1 contiene las más conocidas piezas de este pianista tamaulipeco, ingeniero politécnico y genio de la producción, a tal grado que fue de los primeros en utilizar el estudio como otro instrumento musical. Así, el disco 1, titulado obviamente Originals, ofrece un panorama bastante general del trabajo de Esquivel, con temas clásicos como “Noche y día (Night and day)”, “Mini skirt”, el cadencioso y encantador “Mucha muchacha”, la multiversionada “Bésame mucho”, muy al estilo de Ray Conniff y sus bonitos (esa es la palabra) trombones y coros, “Guanacoa”, a donde “me voy aunque no haya carretera”; el desgarrador bolero “Pecado mortal” o la que me trae recuerdos bastante gratos: “Burbujas”, del programa Odisea Burbujas. De este no hablaré mucho, sabemos el calibre de Esquivel.
El CD 2, Remixes, contiene las mismas canciones pero interpretadas por gente inmersa en la música electrónica o en ondas más contemporáneas, logrando cosas verdaderamente interesantes y por momentos completamente diferentes a lo planteado por Esquivel, y es que para este proyecto se convocó a varios pesos pesados. Así, Sr. Coconut, en “Noche y día (Night and day)”, aunque parece amplificar la versión original, mantiene la atmósfera, distinto a lo que Principle Fetterman hace con “Mini skirt”, que sí le da otro sentido, y entonces, en lugar de ver a Nancy Sinatra con su minifalda, vemos a una Judy Jetson un tanto bizarra.
Magistral resulta la versión que Montefiori Cocktail hace de “Mucha muchacha”, guapachosa con tintes jazzísticos en una pieza que de por sí es de las más simpáticas de este músico. Cuando escuchen esta versión, les encargo especial atención al solo de saxofón, de verdad que está con madres.
De vuelta a lo electrónico y como pensando en ciertos pasajes de Corridos urbanos, suena “Adiós”, en la interpretación de Beroshima. Ahora supongamos que estás en plena experiencia con los sentidos exaltados y suena un bolero, es el efecto que logra Canaglia van Lieshout con “Bésame mucho”, ideal para un porro.
¿Qué sería de una reinterpretación de Esquivel sin el lounge?, de eso se encarga Buscemi, en su versión de “Latín –Esque”. Un sonido relajado, muy chill out, perfecto para servirse una copa y reclinarse en el sillón mientras el cigarrillo nos inunda de paz.
Lúdica, divertida y un tanto extraña resulta la versión de Brown Esteban de “La paloma”, con un sonido que mezcla matices tribales, mexicanos y de orquesta de Nueva Orleans en una pieza que pareciera ser interpretada por músicos callejeros, resultando en una experiencia bastante agradable.
Ya como preámbulo al cierre del disco y como para desembarazarse del punchis-punchis de temas previos, el Kronos Quartet y sus cuerdas dan a “Mini skirt” un nuevo alance sonoro a pesar de ser una versión meramente acústica. Es aquí donde el disco debería terminar.
El último track, si no quieren no lo escuchen, deja un cierto sinsabor, y es que Terrestre hizo todo, menos una versión de “Burbujas”, y el resultado es aburrido, pretencioso e intrascendente. El único negrito en este delicioso arroz que es Remixed, tan es así que al escucharlo sólo pensé “pinches artististillas mamones”, por lo que pulsé stop y regresé al primer corte. Pero fuera de ese mínimo e insignificante último track, todo lo demás es ampliamente recomendable. Salud.
