Pedro Valtierra es un fotógrafo de calle, de esos que han andado lo mismo en las guerras que en las manifestaciones sociales. Fundó la agencia Cuartoscuro hace más de treinta años y hoy tiene un archivo de 350 mil negativos, una locura, un trabajo titánico.
Llegó a Morelia para compartir la exposición Ellas, las que luchan, en la Casa Taller Alfredo Zalce. Se trata de una muestra de 30 fotografías de mujeres que ha retratado desde 1979 en conflictos armados de Nicaragua, Guatemala, República Árabe Saharaui y Chiapas. En su momento esas fotos aparecieron en el Unomasuno, en La Jornada y en Cuartoscuro, pero desde hace un tiempo fueron rescatadas para que más gente haga memoria colectiva.
La cita es para charlar de periodismo y fotografía es en pleno Centro Histórico de Morelia, ese que estaba repleto de ambulantes cuando Valtierra era más joven. Ahora, en plena madurez, recuerda que ver a tantas mujeres en la guerra no le sorprendía, porque las veía como auténticas líderes, como personas valientes para defender sus causas.
¿Te sigue sorprendiendo el mundo que retratas?
Por supuesto, me sorprende y me duele igual que cuando era muy joven. Me ha tocado ver muchas cosas, feas, duras, las empecé a ver desde los 23 años, cubriendo la guerra en Nicaragua. También estuve en Panamá, en El Salvador… Cuando eres joven retratas con muchas ganas, con entusiasmo y no te cansas, pero en mi caso con responsabilidad, ya que me encontraba rodeado de periodistas muy experimentados, quienes no te dejan hacer locuras, aunque sí hubo quienes se arriesgaron y algunos murieron.
¿Cómo se guardan 350 mil negativos?
Yo creo que es una de las ventajas que tengo, porque he sabido guardar y valorar mi material. He estado clasificando, tengo muchas cosas que no se conocen tanto, material de Panamá que no se ha difundido, fotos de Guatemala inéditas… En esta revisión de mis negativos estoy encontrando muchas imágenes y pensando qué hacer con ellas: si hacer un libro, más exposiciones o cómo darlas a conocer. Tengo también muchas fotos de Chihuahua, de Chiapas, pues tuve la suerte de viajar por todas sus comunidades. Creo que quienes hacemos periodismo sabemos que nuestro trabajo es para difundirse, para que la gente lo conozca. No sé si mis fotografías sean muy buenas, pero creo que vale la pena que circulen. A veces trabajamos tan rápido que no tenemos tiempo de mostrar nuestro material, pues es imposible que todo se publique en los medios.
¿El periodismo y la fotografía están en crisis?
La crisis para los fotógrafos de medios comenzó desde hace varios años, cuando le dieron cámaras a los reporteros sin importar la calidad. Ahora es peor, porque con la tecnología es muy fácil obtener una imagen aunque no tenga ninguna composición. Los tiempos cambian y seguirán cambiando; yo vengo de la prehistoria, de la fotografía clásica donde se valoraba tu trabajo. Me considero un afortunado porque alcancé a trabajar en periódicos donde realmente se apreciaba mi labor, el de un fotógrafo profesional.
El problema ahora es que te obligan a hacer muchas cosas en poco tiempo; eso merma la calidad, la técnica, los detalles. La tecnología mal aplicada sí daña al periodismo, porque al lector hay que darle calidad: buenos textos, buenas imágenes, y para ello también necesitamos dueños responsables en los medios de comunicación. El panorama luce difícil para los fotógrafos en el plano laboral, y eso es en todo el mundo.
Expo «Ellas, las que luchan». Imagen: Revés Online
¿Qué debe hacer el fotógrafo para que esta crisis le pegue lo menos posible?
Los fotógrafos deben buscar sus propias alternativas, sus propias dinámicas, porque los medios siguen en crisis. Yo creo que la diferencia es la calidad, tenemos que apostarle a la buena fotografía independientemente del aparato con que se obtenga una imagen. Hay que hacer buenas fotos aunque se publiquen en redes sociales, distinguir sitios por su calidad fotográfica: el lector no es tonto, y en las redes sociales somos visuales. La buena foto se distingue de lo demás, ya sea en un periódico, en una piedra o en las redes digitales. Eso sí, el modelo está cambiando, los medios ya no tendrán recursos para pagar salarios, pero hay que sacar la creatividad. El fotógrafo no debe conformarse con obtener buenas imágenes, sino que debe saber venderlas.
¿Agencias como Cuartoscuro se benefician cuando hay tanto despido de fotógrafos en los medios?
En Cuartoscuro tenemos más de treinta años como agencia. En 1994 teníamos como clientes a 18 periódicos que nos pagaban lo que hoy en día nos pagan 100. Esta semana una revista nos redujo el pago en un 40 por ciento; era eso o ya no hacer trato. Esa es la circunstancia que vivimos: ganar lo mismo pero trabajando mucho más. Somos ocho fotógrafos de base y colaboradores en distintos estados; no somos improvisados y tenemos claro cuál es nuestra misión, pero como fortaleza contamos con un gran archivo, el archivo más grande y organizado del país.
Te cuento como anécdota que hace poco conocí a un colega que me dijo: “Pedro, yo soy mejor fotógrafo que tú, pero en 19 años no guardé un solo negativo en mi casa”. Ni hablar, yo nunca me he asumido como buen fotógrafo, pero sí como muy trabajador. Para Cuartoscuro como para todo el gremio se vienen tiempos complicados, duros, pero tampoco dependemos del gobierno. Claro que los recortes públicos nos afectan indirectamente, es evidente que aunque la revista Cuartoscuro venda mucho más, no recibe los millones de Nexos o Letras Libres, por dar un par de ejemplos.
No es la primera vez que nos enfrentamos a una crisis. Ya en dos ocasiones estuvimos cerca de cerrar: cuando gobernó Felipe Calderón nos quitaron la publicidad y ahora no trabajamos para AMLO. Somos periodistas que ofrecemos nuestro oficio con mucha dignidad, pero no dependemos de nadie.
¿Cómo ayudan los premios a incentivar a los fotógrafos?
Siempre ayudan; nosotros mismos hemos convocado a un premio para el cual recibimos ciertos apoyos de instituciones culturales o gobiernos locales, además de iniciativa privada. Eso no nos quita la independencia pero tampoco nos da más beneficios que el de ser convocantes. Creo que en este gobierno no habrá premio alguno, así que el gremio es el que debe organizarse, buscar opciones y alternativas. Los premios te dan cierto prestigio, pero nunca dinero, y si el premio te lo ganas en México, te van a criticar. Otro tema es el de las becas, de las cuales no estoy en contra, pero nos tenemos que dar cuenta que hubo personas que abusaron.
Hay fotógrafos que llevan 30 años becados, pero no hacen nada, se la pasan en la vida social. Se las deberían de dar a los jóvenes que realmente las necesitan y no como a ciertos amigos que las obtuvieron y abrieron una cantina. Hay que descentralizar el asunto de las becas, que las obtengan los jóvenes y no solamente los de la Ciudad de México.
¿Usted no ha estado becado?
Nunca, y es por una razón muy simple: yo puedo trabajar. Eso tenemos que decirlo en vez de victimizarnos. Quienes tengamos la posibilidad de trabajar, adelante, porque hay personas que no sacan una sola foto si no están becados, y hay funcionarios públicos que todavía tenían su beca.
Valtierra en su propia memoria
¿Cómo ves a las nuevas generaciones de fotógrafos?
Veo muchos jóvenes que le tienen un gran amor a la fotografía y al periodismo. Encuentro que le tienen cariño a la imagen, que hay originalidad, búsqueda de estilo y no tanta vanidad, porque ese pecado vaya que es común en el gremio. Sin embargo, otro gran porcentaje de fotógrafos se pierde en el camino porque los engañan y les hacen creer que son artistas, pero eso no existe. Toda la foto es arte, ya sea para periodismo u otra cosa. Entonces tenemos a gente que no ha estudiado a fondo la foto y ya da talleres, vaya falacia.
No hay fotografía artística y no artística, toda es pareja, pero algunos le ponen esas etiquetas para hacer negocio. En todo caso hay géneros de la fotografía, pero no me salgan con que tal o cual foto es artística a diferencia de otras. A veces creo que ese tipo de “artistas” nomás se visten como tal, o se victimizan porque según ellos nadie entiende su arte.
¿Los blogs personales se pueden convertir en una ventana potencial para los fotógrafos independientes?
Sí, desde luego, es la mejor posibilidad para que un material circule y se vea. La foto se ha abaratado mucho porque no la pagan bien, y eso sucede desde siempre en México. Repito: lo que nos va a salvar es la calidad y no dejar de cubrir los temas que atañen al país. El periodismo no va a desaparecer, solo cambian las herramientas, pero al fotógrafo que haga periodismo de calidad, le tendrá que ir bien, pese a todo. Hay que trabajar mucho, sacrificarse, salir a la calle y olvidarse de la fama y la vanidad.
Foto de portada: Rodolfo García
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