Aunque no lo dice abiertamente, el punto de partida del segundo largometraje de Alejandro Andrade Pease parece ser un caso sucedido en 2015, en Veracruz. Una menor de edad salió de un antro y fue subida con engaños o por la fuerza a un auto tripulado por cuatro universitarios. La menor fue agredida sexualmente por los cuatro jóvenes. El caso cobró relevancia porque los padres de los acusados tenían vínculos con las autoridades estatales, quienes intentaron encubrir el crimen. Al final solo dos de los involucrados pasaron por la cárcel, otro fue exculpado y el último sigue prófugo.
Es justo mencionar que de ninguna manera este crimen es el tema central de Hombres íntegros (2024). La historia se centra en Alf, un joven que acaba de regresar a la universidad, un lugar donde se reúne con sus viejos compañeros. La vida de estos universitarios que provienen de familias pudientes está plagada de excesos y prejuicios. Para no perder la estima de sus amigos, Alf decide mantener en secreto la atracción que siente por uno de sus nuevos compañeros. Cuando el protagonista decide negar esa parte de su personalidad, las cosas se salen de control.
La película nos muestra, en un primer momento, cómo es el ambiente al interior de la universidad católica en donde estudian. El comportamiento de los jóvenes sigue pautas marcadamente machistas, como el alto valor que se le da a la destreza física, al igual que la abundancia de comentarios misóginos y homofóbicos.
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El siguiente paso es mostrar cómo es la vida al interior de la familia del protagonista, un papá agresivo, infiel y dominante, que tiene como pareja a una esposa dócil y consecuente. Estas escenas permiten establecer, sin mucha sutileza, que el origen de estos comportamientos tiene su origen en el entorno doméstico.
Los momentos más interesantes del filme suceden cuando Alf se debate entre aceptar abiertamente su homosexualidad ante su familia y amigos, o simplemente ocultarla, como si no formara parte de su personalidad. El joven actor Andrés Revo logra captar con acierto estos momentos de duda e incertidumbre, que al final lo perderán.
El director recupera parte de la estética colorida y preciosista de su largometraje debut, Cuernavaca (2017), en donde un niño debe mudarse a casa de su abuela cuando su madre ha sido gravemente herida durante de un robo. En un tono introspectivo e inocente, Alejandro Andrade refleja en su primera película los sentimientos del infante ante la tragedia.
La cinta tiene algunos detalles que llaman la atención, como los guiños acusadores a los involucrados en el caso que mencionamos al inicio. Se refiere también al tema de la cantautora española Christina Rosenvinge (aquella de Christina y los Subterráneos), además de ser una de las últimas películas en donde participó Verónica Toussaint.
Hombres íntegros hace una aproximación interesante a este tipo de masculinidad que tanto daño hace a la sociedad. Sin embargo, un poco de sutileza no le hubiera venido mal. Con un elenco joven y bien trabajado, más un tema de actualidad que sigue dando de qué hablar, la cinta de Alejandro Andrade espera llegar pronto a la cartelera después de su paso por el FICM.