Después anunciarse sus cuatro nominaciones a los premios Oscar (entre ellas mejor actor y mejor actriz de reparto), llega a México La chica danesa (The Danish girl, 2015), quinto largometraje que firma el director Tom Hooper.
Hace unos años el cineasta londinense saltó a la fama con El discurso del rey (The king’s speech, 2010), tibio drama histórico que gustó mucho a la Academia. Ahora, con otra película de época, Hooper busca volver a los titulares a pesar de no haber sumado buenos números en la taquilla estadounidense desde su estreno a finales de noviembre.
El guion de La chica danesa es una adaptación de la novela homónima del escritor estadounidense David Ebershoff, publicada en el año 2000 y editada en español por Anagrama. Ambientada en la Europa de los años veinte, la cinta cuenta la historia del matrimonio conformado por los artistas de origen danés Einar y Gerda Wegener. Después de posar a modo de juego para una pintura de su esposa, Einar se siente fascinado por las nuevas sensaciones que le provoca la vestimenta femenina. El juego pronto se convierte en obsesión, lo que provocará sentimientos encontrados en la pareja, así como la firme decisión de Einar de recurrir a las cirugías necesarias para convertirse físicamente en una mujer.
El guion pasó por muchas manos antes de llegar a Tom Hooper (en un inicio llegaron a considerarse los directores suecos Tomas Alfredson y Lasse Hallström), quien de inmediato se decidió por los actores Eddie Redmayne, quien durante el rodaje ganó un Oscar por su interpretación en La teoría del todo (The theory of everything, 2014) y la sueca Alicia Vikander, a quien vimos en una gran cantidad de películas a lo largo del año pasado.
Buena parte de las críticas que ha recibido el filme se deben a la escasa veracidad con la que aborda gran parte de los aspectos más importantes del matrimonio Wegener, cosa que no debería sorprendernos, ya que está basada en una obra de ficción. Sin embargo, a pesar de su notoria inexactitud histórica, los productores decidieron venderla con el eslogan: “inspirada en una historia real”.
Muchos destacan la actuación de Eddie Redmayne, pero su gran esfuerzo contrasta con un rostro poco femenino y la mirada lastimera que lo acompaña durante casi todo el metraje. Mientras que Alicia Vikander, con una actuación contenida, soporta el peso de algunas de las escenas más importantes de un filme que por momentos se inclina demasiado al melodrama simplón. La producción decidió idealizar la endeble relación amorosa de los Wegener, en vez de explorar las múltiples posibilidades que ofrecía la historia. Debido a ello, personajes como el que interpreta Matthias Schoenaerts sirven únicamente de comparsas casi invisibles de un romance forzado.
La película confirma el estilo preciosista de Hooper, pero sus ánimos edulcorantes se suman a un guion sentimentalista que en ocasiones raya en la cursilería. Seguramente dará de qué hablar por su tema más que por su ejecución, la cual se siente demasiado correcta y poco arriesgada. La chica danesa pudo ser una cinta mucho más atrevida pero se regodea en su afectación, y sí, también es un poco aburrida.