Durante más de diez años me he dedicado a la promoción cultural y a la literatura, actualmente además al video y al periodismo cultural. Por ahí del 2006 surgió el Colectivo Paracaídas junto con Óscar Quevedo y Francisco Valenzuela, con el cual realizamos durante siete años consecutivos el Encuentro Nacional de Letras Independientes con invitados nacionales de la calidad de Alejandro Almazán, Mauricio Bares, Carlos Martínez Rentería, Rafa Saavedra, Cristina Rivera Garza, Jis y Trino, y muchísimos más.
A la par me dediqué a la literatura, aunque en un bajo perfil, y sigue siendo una de las mejores cosas que me ha pasado en la vida. Eso me llevó a dar talleres por ahí del 2005, a partir de lo cual he trabajado con la Secretaría de Cultura de Michoacán a través de patrocinios, becas, convenios, etc., a pesar de que como premisa te dicen que el dinero va tardar en salir, sin importar que sea dinero federal etiquetado, si fue una prestación de servicios como jurado o un convenio con fechas de pago que jamás se cumplen. Los artistas trabajamos para estas instituciones con demasiada confianza, ejerciendo además un recurso que es propio de nuestros impuestos; tenemos que soportar hasta que se les dé la gana hacer sus trámites o rogar porque no nos dejen en la lista de los menos importantes.
Con el proyecto Libronautas, que se trataba básicamente de promover la lectura y la escritura en varios municipios del estado, tardaron en pagar un año… literal. ¿Qué les hace pensar a las personas a cargo que hacemos esto por hobbie? Porque si no nos tomamos en serio nuestro trabajo, ¿qué sentido tendría contratarnos? Nosotros, las personas que nos atrevemos a trabajar con la Secretaría de Cultura de alguna u otra manera, damos la cara por la institución, somos los resultados que ellos presentan en sus informes, las notas de prensa de sus buenos resultados, los que a través de la cultura intentamos rescatar un Michoacán hundido por el narco, la violencia, por funcionarios rateros, por una indiferencia total de los gobernantes hacia la gente. No exagero, en los programas y las carteleras culturales jamás se ha visto anunciarse a un jefe de departamento, a un director o al propio secretario de Cultura. Si nosotros hacemos nuestro trabajo, ¿ustedes por qué no?
Hace unos días, el gremio de teatro se plantó y cerró la Secum hasta no recibir su pago; estuvieron horas y horas esperando una respuesta de dónde estaba el dinero por su trabajo de meses pasados, aguantando hasta los desplantes del propio Marco Antonio Aguilar Cortés, y fue solo bajo presión que lograron su propósito. Y ni hablar de fracasos como la Feria del Libro, los concursos de artes plásticas, los retrasos del pago de la misma gente que ellos contrataron para esta administración, etc.
Y ahora, una vez más la gente para la que se trabaja hace de las suyas; es lamentable que no se pueda dialogar y que cuando se logra se reciban solo pretextos. Hace unos meses recibí la invitación de Eric Mauleón para formar parte de una caravana cultural coordinada por su nueva asociación civil (Innovación Social, Cultural y Emprendedora A.C.) con recursos de la Secum. Los involucrados nos reunimos con personal de la Secretaría para que revisaran nuestros currículums y hablar de nuestras propuestas para los talleres que serían dirigidos a adultos mayores. Se habló de las fechas, los municipios en los que se trabajaría y que el primer pago sería en junio de 2015, para que el segundo pago saliera al término de las actividades y ellos pudieran realizar los trámites necesarios en ese lapso de tiempo, porque habían alcanzado a rescatar este recurso que ya no se iba a ejercer, a pesar de ser un apoyo federal etiquetado para la Dirección de Formación y Educación, dirigida por la C. Eréndira Herrejón Rentería.
La Caravana Cultural Animarte se realizó del 8 de junio y el 4 de septiembre, en los municipios de Áporo, Villa Madero, Villa Jiménez, Tepalcatepec, Lázaro Cárdenas, Zinapécuaro, Senguio, Nahuatzen, Ixtlán de los Hervores y Sahuayo. Casi tres meses dedicados por completo a este trabajo, del cual hasta la fecha los talleristas no hemos recibido un solo peso. Los mismos diálogos de siempre se nos dictan ante la exigencia de nuestro pago: “el trámite está en Finanzas”.
El pasado 25 de septiembre el personal de Contraloría de la Secretaría de Finanzas y la Delegación Administrativa de la Secum nos brindaron su apoyo para rastrear ese dinero, sin embargo, de parte del departamento de Casas de Cultura y Consejos Regionales y del propio sr. Mauleón no pudimos obtener la misma respuesta, ya que el papel que se requería para comprobar el trámite interno jamás se nos mostró, con todo y que formalmente prometieron entregarlo. A pesar de exigir nuestro pago de manera inmediata ante las instancias correspondientes, han pasado tres días y no hemos recibido respuesta alguna.
El 30 de septiembre termina esta administración, una de las que ha tenido más cambios de gobernador en la historia de Michoacán, donde además dos de ellos han sido ligados con el narcotráfico; administración que deja una de las mayores deudas con más 33 mil millones de pesos en números rojos. ¿Qué esperanzas podríamos tener todos aquellos a quienes nos deben y que quedaremos en el limbo de las “buenas intenciones”? Seguramente recibiremos nuestros pagos, aunque no sabemos lo importante, cuándo y con qué disposición entrará el gobierno electo encabezado por Silvano Aureoles.
Es urgente que los artistas y docentes tengamos mejores condiciones en nuestros contratos de trabajo, crear precedentes para no tener que enfrentarnos a esto en la próxima administración.