Viajar en el tiempo es tan relativo, que quizá no necesites un aparato para que te transporte a otra época. Basta con que hagas tu propia ruta, que te eleves y te dejes llevar. En nuestro capítulo 18 de La Máquina del Tiempo, nuestro mensajero nos envía una grabación un tanto extraña y provocadora.
Escúchala y consigue un porro ron para que la disfrutes mejor.