Por Alejandra Rosas Armenta
El Palacio Federal de Morelia, que había formado parte del convento de las dominicas constituido en el siglo XVIII, con su iluminación azul, amarilla y morada, conformó el escenario en donde, elegantemente, un ramo de rosas hizo compañía al grupo que se presentó la noche de este martes como parte de de las actividades del 25° aniversario del Festival de Música de Morelia “Miguel Bernal Jiménez”.
Integrado por tres hermanos y el músico Javier Montiel, el Cuarteto Latinoamericano interpretó en el sexto día de actividades del festival algunas piezas seleccionadas de entre su amplio repertorio de tres compositores, Domingo Lobato (quien falleció el año pasado), Francisco Mignone y Giuseppe Verdi. En la interpretación de cada movimiento de estas piezas se pudo percibir el deleite musical que cada una contiene, sin embargo, esto no hubiera sido posible sin la pulcritud en la interpretación por parte de Saúl Bitrán en el primero violín, Aarón Bitrán en el segundo, Javier Montiel en la viola y Álvaro Bitrán en el violonchelo.
Los cuatro instrumentos de cuerda dialogando cada uno con su voz. En algunos momentos resaltaba el agudo de los violines y en otros el dulce de la viola, sin olvidar que el bajo del violonchelo, aunque siempre más como acompañamiento, también se hizo escuchar en el solo de algún movimiento. Cabe resaltar que fue notoria la variedad de formas musicales en la interpretación, pues si se pudo poner atención, la forma del canon en donde una voz interpreta una melodía y es seguida por las otras voces tocando la misma melodía, estuvo presente en varios momentos.
Los espectadores con actitud de apertura a los sonidos, atentos a los movimientos corporales de los músicos: no podría caber duda alguna de que vivieron lo que un profesor denominaría como “una experiencia estética”. Luego de seis movimientos interpretados, el intermedio de quince minutos sirvió para que algunas personas del público higienizaran su nariz por efectos de la gripa y algunos otros hicieran comentarios sobre lo presentado hasta el momento.
Posterior al tiempo de descanso, para no dejar de lado el bicentenario de su nacimiento, y con una pieza que según el compositor había escrito para su diversión privada, los músicos culminaron su participación al interpretar el Cuarteto de cuerdas en mi menor, de Giuseppe Verdi.
No hay que dejar de resaltar que es un orgullo tener la presencia del Cuarteto Latinoamericano tanto para el festival como para la ciudad, pues no por nada ha sido considerado por el Times de Londres como “poseedor de un instinto que definitivamente lo coloca en la primera división de los cuartetos de cuerdas” y por el Houston Chronicle como “uno de los mejores cuartetos que hayamos oído en años”.
