Hace unos días publicamos una entrevista aderezada con comentarios sobre el documental La Revo: sing a song of love, de José Leos. Destacamos varias cosas, principalmente que algunos integrantes de La Revolución de Emiliano Zapata tengan hoy en día proyectos en solitario con pocas audiencias, y que en general este grupo que pintaba para ser histórico haya traicionado al rock. Tras la publicación, uno de los fundadores de la banda nos escribió para aclarar que él nunca cambió de bando, que no huesea y no toca por cualquier cosa. Para que sus impresiones no quedaran en un simple correo electrónico, decidimos buscar a Oscar Rojas, quien actualmente encabeza el grupo Re Evolución y acaba de publicar un libro sobre las raíces del rock tapatío.
¿Cómo se dio tu salida de LREZ?
Como a todos nos pasó, después del festival de rock y ruedas de Avándaro, en 1971, hubo una prohibición total por parte del gobierno para que se hiciera esa música. Los medios ya no nos programaban ni había permisos para hacer ninguna audición, ni nada. Así que en 1972 me salgo del grupo al igual que el otro guitarrista, Carlos Valle. Las razones no sólo fueron la prohibición al rock, sino que dentro de la misma banda ya había lucha de egos, como siempre ocurre. Por otra parte, el segundo disco que se hizo, del cual sólo participé en tres canciones, no tuvo ya ninguna repercusión, no hubo un solo tema que estuviera en la lista de éxitos. Todo eso se fue juntando para que el grupo se diluyera en cuanto a sus miembros originales. En lo particular me retiré de los escenarios, pero no del rock ni de la música.
¿En qué momento dices: hasta aquí llego con la banda?
Ese segundo disco del que te hablo fue hecho para la película La verdadera vocación de Magdalena, con Angélica María. La cuestión es que ya todo mundo traía un ego enorme, a tal grado que Javis (Javier Martín del Campo) dijo “las canciones que componga, las voy a cantar yo” y entonces Carlos Valle, que también había compuesto temas, dijo lo mismo. En toda banda de rock clásico hay un solo vocalista y se acabó, pero acá ya todos éramos cantantes y ese fue el momento de salirme.
A partir de entonces me fui de los escenarios y me dediqué a cosas de otra índole, pero hace como unos diez años formé mi propio proyecto que se llama Re Evolución, además de un trío de rock acústico. Pero aclaro: yo no toco en bares, no compito contra los jóvenes ni hueseo; y no me presento a cambio de unas chelas, me presento cuando me pagan bien en eventos públicos o particulares. Tengo temas propios que mezclan instrumentos básicos del rock con otros autóctonos, de los cuales incluso ya tenemos algunas grabaciones. Así que yo no anduve ya en esa etapa de baladas, cumbias, ni nada por el estilo.
¿Cómo entender el fenómeno de una banda que con su disco debut llamó la atención de audiencias de todo el mundo?
Hubo varios factores: hay que recordar que el rock que se hacía en México eran puros covers en español hacia finales de los cincuenta y principios de los sesenta. Pero ya cuando llegan los Beatles y toda la invasión inglesa, más las propuestas de los gabachos, eso permea e influye en todo el mundo. Entonces, las estaciones de radio dejaron de programar a los Teen Tops y todos esos grupos para darle todo el espacio a la nueva música extranjera. Nos quedamos pues sin ningún estandarte nacional que hiciera rock original, pero al mismo tiempo en Guadalajara una estación de radio organizó un concurso de bandas de rock que llevaran un tema original y en inglés.
Así comenzaron a salir varias propuestas que luego estaban en las tiendas de discos, por eso afirmamos que la cuna del rock en México es Guadalajara. No digo que aquí hayan estado los mejores, pero sí fuimos los primeros en tocar rock original que programaban en la radio y que vendían en las tiendas. De esa forma es como grabamos Nasty Sex, que primero se escuchó en esta ciudad, luego en todo México para después pasar por Centroamérica, Estados Unidos y Europa.
Otro factor interesante es que todas las bandas usaban nombres cortos y en inglés, mientras que nosotros surgimos con un nombre completamente nacionalista, y con un tema que en ese tiempo se consideraba sucio: Nasty Sex. Esos fueron los factores que se conjuntaron para tener un éxito tan repentino, pues además la canción era muy digerible, muy pegajosa, fácil de asimilar.
¿Hicieron giras largas?
Claro, hicimos una gira que duró alrededor de un año. Tocamos en México, en Centroamérica y en Estados Unidos. Eso es lo que me tocó a mí, porque posteriormente ellos ya rolaron por su cuenta.
En lo personal, ¿cómo tomaste la decisión de la Revo de cambiar de género?
No, pues solo pensé… que Dios los bendiga, ya no tuve nada que ver e incluso les perdí la pista, ya no me interesó. Definitivamente que sí me desilusioné, imagínate que posteriormente los encuentro en una película alternando con Rigo Tovar, tocando canciones gruperas. Ni modo, también entiendo que mucha gente tuvo que hacer cosas de ese tipo porque finalmente el gobierno mató al rock por más de 15 años.
Bueno, últimamente los rockeros hacen mucho eso: tocan con Los Ángeles Azules, con Celso Piña o Los Tigres del Norte. ¿Cómo ves esa fusión de géneros?
Eso no me llama la atención: o estás en un género o en otro, o estás con las raíces del rock o ya no calza. La gente que anda de un lado a otro no se termina por identificar con nadie, o se es frío o caliente. Yo creo que el rock no es una moda, a veces anda a la baja o es opacado por el reggaetón y esas babosadas, pero el rock siempre estará ahí.
¿Te gustaría un reencuentro de LREZ?
Ya nos encontramos hace poco e hicimos planes para tener más tocadas, de hecho teníamos contemplado participar en el estreno del documental de Pepe Leos en el Festival de Cine de Guadalajara, pero Javis se negó: nos invitaron a dos presentaciones y él no quiso asistir a ninguna. Así que creo que una reunión de los integrantes originales ya no se va a dar; a lo mejor a Javis le estorbamos los fundadores, no lo sé.
¿Qué grupos de esa época fueron los que más te gustaron?
De Guadalajara me gustaban Spiders, 39.4 y Fachada de Piedra; del norte Los Dug Dug´s y El Ritual; de la Ciudad de México, Tinta Blanca… esas fueron las que más me impactaron, sin dejar de mencionar a músicos como Javier Bátiz. Es una lástima que el gobierno nos haya perseguido; mientras en Reino Unido se nombraba Sir a Paul McCartney, aquí nos perseguían, nos satanizaban.
