La brecha generacional más profunda de la historia
Por Gabriel Andrade
En Whatsapp es común recibir imágenes de nuestros padres o de algún tío o tía, en las que se expresa cierta molestia porque los chavos “ya no conviven”, “se la pasan todo el día pegados al teléfono”, “ya no salen a jugar al lodo”, “ya están todos idiotizados”, entre otras similares. Recuerdo que en algún momento, al final de la década de los noventa, cuando los millennial viejos éramos niños de entre 8 y 12 años, los adultos no sabían reconocer entre un nintendo y una computadora, creían que los dos aparatos eran para jugar. A mí me llegaron a decir que me la pasaba todo el día pegado a la computadora jugando y pues sí jugaba un ratito, pero también hacía otras muchas cosas, sobre todo convivir. Creo que ahí ya empezaba a surgir un problema que se sigue desarrollando veinte años después: los adultos no saben exactamente qué hacen los jóvenes en sus aparatos que los idiotizan y los alejan del calor de la vida real. Hubo un tiempo en que se requerían ciertas habilidades más o menos complicadas como instalar programas, crear cuentas, recordar la contraseña una y otra vez, escribir direcciones completas en la barra del explorador, adjuntar archivos buscando rutas o cuidarse de los temibles virus. Eran días en los que era mucho más complicado explicarle a un adulto qué carajos hacíamos todo el día pegados a la computadora.
Pasaron los años y comenzó la revolución de los dispositivos móviles. Recuerdo que en esos días las mamás se sentían orgullosas porque su hijo de cinco años eran unos genios capaces de usar el ipad, inmediatamente después respondieron los que sabían un poco sobre el tema que los verdaderos genios eran los ingenieros que habían hecho un dispositivo tan fácil de usar que hasta un niño de cinco años podía lograrlo. Los segundos tenían razón, la revolución del dispositivo móvil era entre otras cosas también una revolución que hacía que tanto los demasiado jóvenes como los demasiado grandes pudieran jugar Candy Crush, escribir en Whatsapp o publicar fotos en Facebook.
Podría creerse que ahora las personas de todas las edades convivirían en armonía en una red global llena de memes que al fin todo mundo entendería y comerían perdices por siempre. Pero en lugar de eso sucedieron estas dos cosas al mismo tiempo.
Los adultos finalmente le entraron a la pachanga del Internet y las redes sociales, pero entraron con visa de turista y no tienen nacionalidad para entrar al universo completo. Lograron controlar los botones para escribir, subir archivos, tomar fotos y reenviar memes, pero la edad en la que sus cerebros eran maleables y estaban siendo configurados ya pasó. Sus gustos, su criterio para tomar decisiones, para socializar, para cerrar negocios, para investigar, para solucionar problemas, su sentido del humor, ya están definidos. En resumen su manera de relacionarse con el mundo obedece a reglas sólidas que fueron tomando forma a lo largo de muchos años. De ninguna manera quisiera ver esto como algo negativo, es una condición diferente que claramente tiene muchísimas ventajas. El punto que quiero destacar es que el uso que hacen de las redes sociales es una adaptación de la realidad real a la realidad virtual.
La humanidad ha vivido infinidad de brechas generacionales. Una brecha es una grieta que separa a dos comunidades. Las brechas suelen ser provocadas por cambios fuertes en una sociedad, pueden ser de tipo religioso, político, militar o tecnológico. Algunas brechas importantes fueron las causadas por la invención de la agricultura, las religiones, las guerras o la falta de ellas, el descubrimiento de América, la imprenta o la radio. La brecha que estamos viviendo está condicionada principalmente por el hiperdesarrollo de los medios de comunicación. Hubo una vez un teórico llamado Marshall McLuhan que lanzó la polémica sentencia que reza “el medio es el mensaje”, afirmando que la manera en la que se comunica una idea termina siendo más importante que la idea misma. Su texto habla de la invención de los tipos móviles para la imprenta, pero la teoría ha sido retomada para hablar de otras tecnologías que afectan la comunicación.
Voy a poner aquí un gatito porque ya van muchas letras sin gifs:
Continúo:
Cuando leí su teoría por primera vez me pareció una exageración, yo que creía que mientras una idea pasara de una persona a otra, no importaba si era vía oral, texto escrito a mano, impreso en imprenta, por la radio o con un meme escrito con faltas de ortografía. Pero ahora me parece más claro que nunca que las posibilidades que llegan con un nuevo medio de comunicación realmente cambian todo el universo mental de quienes están involucrados.
Me gusta haber nacido en 1988 porque sí alcancé a jugar en el lodo, pero conforme iba creciendo fui entrando a la revolución informática. Las brechas generacionales causan cambios profundos que no pueden ser entendidos mientras suceden, tienen que pasar décadas o siglos antes de que se asienten y puedan ser entendidos. Marshall McLuhan escribió en 1962 “La Galaxia Gutenberg” para explicar precisamente los cambios que había desencadenado la imprenta de tipos móviles creada por Johannes Gutenberg en 1455. Es decir, más de quinientos años después se sigue pensando en el impacto ocasionado por una mejoría en un medio de comunicación. Tal vez tengamos que esperar hasta el año 2545 para que alguien publique un libro titulado “La Galaxia Viejo Lesbiano” en el que expliqué qué chingados le está pasando en nuestros cerebros.
Mientras eso sucede me gustaría escribir algunos cambios que alcanzo a percibir desde esta grieta que no para de crecer. Lo hago porque estoy un poco cansado de recibir imágenes que digan que los chavos convivimos menos y que es triste que estemos todo el día pegados al celular, pero también porque estoy cansado de ver a los más jóvenes totalmente desinteresados e incapaces de entender las cosas valiosas que tiene la generación que va de salida. Creo que en medio de las brechas hay mucha riqueza siempre y cuando se acepte la confusión y nos distanciemos de las certezas y los prejuicios fáciles. A continuación enlistaré y describiré brevemente algunos aspectos en los que creo que es más evidente la profundidad de la brecha generacional. No todos están directamente relacionados con los nuevos medios, pero en mayor o menor medida se han desarrollado en debates digitales y se han expandido más rápido gracias al internet y los dispositivo que le dan vida.
LENGUAJE
Usar nuestras cuerdas vocales se torna cada vez menos común. El ejercicio de escuchar y pensar en dar una respuesta adecuada es un auténtico ajedrez en el que hay que evaluar todas las posibilidades en menos de un segundo y elegir la mejor. Además hay que cuidar la entonación y elegir los movimientos de nuestras manos, así como nuestras expresiones faciales para reforzar la intención de lo que queremos decir. Y cuando nos hablan hay que guardar silencio, asentir con la cabeza, sonreír, hacer cara de sorprendidos o compresión. Y repetirlo una y otra y otra vez durante los minutos que dure la conversación. Ese complejo arte está siendo sustituido por los emojis, las abreviaturas y los jajajaja. Podría parecer que el lenguaje se empobrece, pero el poder de la palabra escrita no es menor y su potencial crece infinitamente si se combina con la imagen. El lenguaje no se está empobreciendo. Solamente están cambiando las reglas. Les comparto esta canción que unifica dos mundos demostrando que el mestizaje lingüístico es una auténtica mina de oro que apenas está siendo explorada. Recomiendo completamente seguir el contenido de TER, quien considero que es una de las voces más valiosas de mi generación.
Quiero añadir también el factor tiempo. No todos nacimos con la habilidad mental suficiente para interactuar y ser ingeniosos al instante. ¿Cuántas veces no sucede que estás en una conversación y no se te ocurre la respuesta ideal hasta horas después cuando ya no sirve para nada? Pues en la conversación digital puedes tomarte tu tiempo y pensar con calma más y mejores respuestas. En es ese sentido los torpes sociales salimos ganando mucho. Ni hablar de los tímidos que no tenemos que exponer nuestros titubeos ni nuestros temblores de manos y sonrisas raras.
RELACIONES PERSONALES
La distancia no existe. Se pueden conservar amistades de personas que no se han visto en años. Incluso he visto beneficiarse de ello a personas adultas que están en contacto con sus antiguos compañeros de escuela. Y además de conservarse, se pueden crear nuevas relaciones. Aquí el riesgo es obvio, ignorar a quien tienes enfrente con los del más allá virtual. Es una cuestión de respeto y educación: gente grosera siempre ha habido, pero ahora tienen una nueva herramienta.
El escritor Simon Sinek plantea incluso nueva situación a nivel químico en el cerebro cuando afirma que la interacción con otros seres humanos genera dopamina, que es la misma sustancia que se genera al fumar o al tomar alcohol, por lo que tener acceso ilimitado a factores que estimulen esa sustancia puede generar adicción. Se refiere a las interacciones en Facebook, Instagram o Whatsapp; y a la necesidad de recibir mensajes o aprobaciones al instante. Las consecuencias de los adictos a las drogas son similares a las de los adictos a las redes sociales. Sugiere trabajar en el balance y en el uso correcto de las nuevas posibilidades. Dejo el siguiente enlace en el que además de hablar de la dopamina, habla de otros problemas generados al intentar integrar a los jóvenes con los mayores. Retomaré algunas de sus ideas más adelante.
VIAJES
El filósofo Erick Fromm ya hablaba hace más de cuatro décadas de lo estorboso que es mirar a través de un lente cuando se está viviendo una experiencia. Juan Villoro dice que tomarnos una foto en cada lugar que visitamos equivale a cuando un perro marca territorio alzando la patita y lanzando un chorro de pipí. No sé si sea un acto primitivo o una nueva necesidad de aprobación social, lo cierto es que se está replanteado la línea que divide lo que hacemos porque realmente nos gusta y lo que hacemos porque necesitamos reconocimiento.
RELACIONES SEXUALES
Warpig, el baterista de la banda Lost Acapulco decía que tenía amigos que habían recibido toda su formación sexual de la pornografía. Esto puede sonar exagerado pero he escuchado que algunos adultos de la generación anterior llegaron a la noche de bodas y no sabían qué cosa se tenía que meter en qué lugar. Es una historia real de alguien que creció en el estado más panista de México: Guanajuato. No quiero decir que se deban sustituir las clases de educación sexual por los highlights de la carrera de Sasha Grey, pero es un gran alivio que ya no sea el sacerdote pederasta del pueblo el que nos guíe en el camino rumbo a tener una vida sexual más plena.
FAMILIA
Aunque me gusta mucho la idea de los lazos sanguíneos, tengo que aceptar que la familia es mucho más que compartir entes microscópicos llamados genes. Hay muchos casos en los que el factor biológico no es determinante para que se cumplan las principales funciones de la familia como la educación, la protección, los lazos afectivos, la pertenencia o las mismas herencias económicas. De la misma manera que el vínculo biológico puede existir sin garantizar la satisfacción de todas estas necesidades. La familia también está cambiando.
FELICIDAD
El florecimiento de la industria de la publicidad y del entretenimiento durante el siglo pasado terminó por consolidar un arquetipo de hombre al que todos debían aspirar. Poco a poco y sin que nadie se diera muy bien cuenta cómo, todos empezaron a desear ser ligeramente musculosos, esbeltos, tener ropa costosa, autos último modelo, tener acceso a lugares exclusivos y compartir momentos con personas atractivas. Esa aspiración se convirtió en uno de los principales motores de todas las actividades humanas. Gran parte del mundo actual ha sido construído por hombres y mujeres que crecieron con esas motivaciones. Pero gran parte de sus hijos están obsesionados con otros objetivos que tienen más que ver con la realización espiritual. El arquetipo actual es un sujeto independiente que viaja por el mundo viviendo de los frutos que ha cosechado al perseguir sus sueños románticos de crear arte, mejorar el mundo, vivir su vida al máximo y otro puño de ideales que la publicidad y el entretenimiento nos comenzaron a vender cuando el éxito material ya había aburrido a todos. El ejecutivo vestido con traje que mira desde su oficina en un rascacielos fue sustituido por un joven que alza los brazos en la cima de una montaña.
HUMOR
¿Saben qué? Aquí no voy a escribir nada. Les comparto este meme existencialista para que vean que sí está muy cabrón este pedo.
CULTURA
Hace cien años si querías ver obras de arte tenías que viajar al museo en el que estaban colgadas, si querías leer un libro tenías que visitar una librería para preguntar si ya les había llegado el título, si querías escuchar música supongo que tenías que esperar a que fuera la fiesta patronal de tu barrio para que se armara la banda, y así con cualquier cosa. Ahora si quieres consumir cultura solo necesitas Internet.
ENTRETENIMIENTO
Construir túneles en la arena, visitar casas abandonadas en las que espantan, salpicarse toda la espalda al andar en bici en un día lluvioso VERSUS golpear prostitutas con un bat en Grand Theft Auto. Híjole, yo sé que eso espanta mucho a los papás, pero no hay nada más inofensivo que golpear prostitutas digitales con bats digitales. Varios de mis amigos más responsables y respetuosos hoy en día crecieron golpeando prostitutas digitales en la adolescencia. Me estoy muriendo de risa porque ya recordé que también podías matarlas a bazucasos.
POLÍTICA
Cuando yo era niño veía que regalaban bolsas de mandado, playeras, despensas, sombrillas y demás artilugios de publicidad barata en las campañas políticas. Ahora sí se arman los debates digitales bien épicamente. Sí se siente uno como en una especie de Ágora griega virtual entrándole a la pachanga de la democracia. Ya sé que todavía se reparte propaganda barata, pero que sí es considerablemente menos.
TOLERANCIA
Sí estoy bien orgulloso de mi generación en general porque casi todos sabemos que love wins y estamos dispuestos a regañar a los homofóbicos que se nos atraviesan. Creo que al menos en occidente es una batalla que definitivamente será ganada. Todavía falta conquistar algunos bastiones, pero todo va bien.
IGUALDAD DE GÉNERO
Pese a las regañadas que me dan las feministas y los malos ratos que me han hecho pasar, me parece super emocionante la batalla que se está librando y es admirable lo que han logrado y lo que nos han hecho entender. Ya sé que no les importan mis quejas porque #mansplaining, pero sí da tristeza que no tienen buen humor, ni respeto por la licencia poética y eso conecta con lo que estaba chido en la generación anterior, que como que todos aguantaban más vara al menos en el terreno cultural y en del humor.
EDUCACIÓN
La escuela es un gran lugar para hacer amigos y recordar que si realmente quieres entender algo lo mejor es ir a internet.
TRABAJO
Simon Sinek también menciona que estamos acostumbrados a satisfacciones inmediatas y que nos cuesta mucho trabajo entender que las cosas que valen la pena cuestan trabajo, perseverancia y disciplina. Una vez mi papá iba con mi abuela en el carro y los pararon los militares. Mientras mi padre estaba abajo del carro abriendo la cajuela, un militar se acercó a mi abuela y le dijo “señora, ¿su hijo lleva armas?” Mi abuela le contestó “la única arma que llevan mis hijos es el hambre, oficial.” Qué bueno que no iba manejando yo, porque mi abuela hubiera dicho “Uy, oficial, este joven no trae ningún arma.”
Finalmente quiero afirmar que estoy convencido de que los cambios apenas comienzan, la humanidad nunca había estado sumergida en un mundo tan explosivamente cambiante y no tengo la más mínima idea de en qué va a terminar convertida esta brecha pero sospecho que tal vez ya nunca salgamos de aquí.