El fideicomiso formaría parte de una agenda de derechos culturales que actualmente se trabaja en la Cámara de Diputados.
Con el propósito de impulsar el trabajo cinematográfico que desde hace varios años se desarrolla en el estado, el diputado Hirepan Maya propone la creación de un fideicomiso enfocado a la producción de este rubro.
En el marco del festival Cine sin Cines en Morelia, el también secretario de la Comisión de Cultura y Cinematografía de la Cámara de Diputados amplió su propuesta. Afirma que además del fideicomiso, “es necesario impulsar una ley para el fomento y desarrollo cinematográfico”. Esa ley formaría parte de la agenda de los derechos culturales que está impulsando desde San Lázaro para armonizar la Ley de Desarrollo Cultural vigente en el estado con la legislación federal.
Prometió que a partir de julio convocará a un foro ciudadano para la redacción de dicha ley y del fideicomiso con la intención de que sea presentada mediante una iniciativa ciudadana ante las instancias correspondientes.
Según las apreciaciones del legislador, “Michoacán es un referente para el cine a nivel internacional, cuenta con uno de los festivales más relevantes, una residencia de guionistas de primer nivel y es cuna de talentos cinematográficos en diversas áreas cuya experiencia y aportaciones serán de mucha ayuda a este propósito”.
Intentos fallidos
No es la primera vez que desde la política se intenta dar un impulso al cine realizado en Michoacán. En noviembre de 2012, autoridades federales y estatales “inauguraron” la escuela de guion Mauricio Magdaleno, dependiente del Centro de Capacitación Cinematográfica. En el corte del listón estaban Consuelo Sáizar, titular en turno de Conaculta; Alejandro Ramírez y Daniela Michel como representantes del FICM; Alejandro Pelayo, a la postre director de la Cineteca Nacional, y por supuesto el entonces director del CCC, Hener Hoffman.
Pero solo fue una simulación. El acuerdo era que el gobierno del estado, encabezado en ese año por Fausto Vallejo Figueroa, aportara parte de los recursos y éstos nunca llegaron. La escuela jamás funcionó, no hubo un solo curso, ni un taller o proyecciones, a pesar de que sí había personal en una pequeña oficina.
Otro proyecto que naufragó fue la Comisión de Filmaciones de Michoacán (Cofilmich) que tenía como objetivo otorgar facilidades para la realización de películas en el estado. En lo hechos nunca hubo el presupuesto para su operación, así que la iniciativa se disolvió con el paso del tiempo. Hoy en día existe una área de atención en la Secretaría de Turismo para la Comisión Mexicana de Filmaciones (Comefilm), la cual depende del Instituto Mexicano de Cinematografía (Imcine).
En su micrositio de Internet, la Comefilm presenta un enlace a los estados donde se muestran lugares ideales para filmar. En el caso de Michoacán, se aprecian tres fotografías con postales del Acueducto de Morelia, cabañas de Zirahuén y el lago de Pátzcuaro. También se despliegan datos de contacto para dudas en la Sectur.
Más allá de los pequeños incentivos que aporta el Festival Internacional de Cine de Morelia, en el estado no existe un modelo económico que sustente la actividad de los cineastas locales. Ya se verá si esta iniciativa prospera en el corto plazo o queda en otro intento fallido desde las instituciones gubernamentales.
Imagen: Flickr/Tiffany Tan
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