Armando Casimiro Guzmán
En la sección Largometrajes Mexicanos en Competencia se presentó la segunda producción del director mexicano Alfonso Pineda Ulloa, Restos (2012), que pese a lo deslucido de la alfombra roja del jueves, logró una buena entrada a la sala y hasta arrancó algunos aplausos del público al terminar la función.
En este filme se cuentan las historias paralelas de Daniel, un cantautor argentino que se refugia en un bungalow playero después de la muerte por suicidio de quien fuera su pareja sentimental. Su contraparte Ana, es una joven invidente que sufre los maltratos de su esposo, un deportista que descarga sus frustraciones de manera cada vez más violenta. Daniel es sonámbulo y Ana es amante de las caminatas nocturnas, irremediablemente ambos se encontrarán en la playa y descubrirán todo aquello que los une.
En la conferencia de prensa, pese a que ese no era el tema principal de la película, las preguntas fueron orientadas al tema de la violencia hacia las mujeres. A lo que el cineasta solo atinó a decir que había recibido muchos comentarios al respecto y que se había dado cuenta de que la realidad supera a la ficción en este tema. Mientras que los actores Carolina Guerra y Manolo Cardona, hablaron de la dificultad de interpretar a sus respectivos personajes debido a la violencia desgastante que se muestra en varias de las escenas.
El resto del reparto está conformado por Amorita Rasgado y el actor argentino Leonardo Sbaraglia quien no estuvo presente en la función. Una lástima, ya que casi todo el peso de la película recae en la figura del experimentado histrión sudamericano.
Restos está contada de tal manera que se intercalan escenas del pasado del protagonista a manera de flashbacks. De igual manera, se intercalan tomas de una fotografía muy granulada con otras muy claras y limpias para mostrar la diferencia en los recuerdos de los personajes principales, sin que esto tenga mucha relevancia en el desarrollo de la historia.
Al menos hay que reconocer que el segundo trabajo de Alfonso Pineda resultó muy diferente a su ópera prima Amor, dolor y viceversa (2008), un thriller de corte internacional donde destaca (para mal) la figura de Bárbara Mori con sus típicos gestos de telenovela. A pesar de ello, Restos ha quedado en el intento. Largas y silenciosas tomas, hacen que uno mire a cada rato la hora en el reloj o consulte los mensajes del teléfono, todo para desembocar en un final violento y precipitado que deja más dudas que respuestas y que podrá verse nuevamente el viernes a las 4:15 PM en el complejo de Cinépolis Las Américas.