Ponga usted en una licuadora las escenas más perturbadoras de Heli, agregue algunos encuadres de Reygadas, vierta tres pizcas de Soy tu fan, lance con destreza las tentaciones gays de Y tu mamá también, añada los primeros relatos de Guillermo Fadanelli y ahora mezcle todo mientras escucha compilados de Los Nuevos Ricos.
El resultado será Me quedo contigo, una película de Artemio Narro. Ganadora del Premio de la Crítica en el Festival Internacional de Cine de Durango, la película inicia como una comedia de yupis defeños y uno empieza con malos presentimientos, pero conforme avanza nos damos cuenta que ahí existe un humor ácido, agudo, filosito, que no será del agrado de esas masas que ríen con Cásese quien pueda o No se aceptan devoluciones.
El relato inicia con la llegada a México de Natalia, española enamorada de un chilango que le ha escrito una conmovedora carta, pero que por el momento no la puede recibir debido a un viaje de trabajo. De esta forma, la europea conoce al círculo cercano de su prometido, compuesto por tres mujeres que rondan los 30 años y para quienes la vida es ese día en que te metes drogas, alcohol y un poco de sexo casual.
Pareciera una comedia de enredos, incluso vemos a Natalia casi flotando mientras escucha música pop en sus audífonos, pero de apoco la cinta va tomando otros tintes que sin embargo parecen no rebasar ningún límite. Sí: hay muchas groserías, risas y hasta subtítulos en escenas con ruido ambiental, no sabemos si porque a la producción no le alcanzó para buenos micrófonos o si se trata de un capricho de su realizador.
La mujer protagonizada por Ximena González Rubio maneja un auto y cuenta que el “pendejo” de su ex se cogió a “una gata, pero gata, gatísima”, así que como desquite ella se cogió a un empleado de su padre, que uno intuye es algún político o empresario adinerado. Las demás ríen, les gusta esa historia; luego quemarán sus pieles en la alberca, se pintarán las uñas, se probarán vestidos y tacones.
Contemplarán la nada, como si la nada tuviera algún sentido.
Respecto al misterioso Artemio, Guillermo Fadanelli escribe en El Universal: “Aprecio su capacidad de observación y su habilidad para creare analogías personales con el mundo a su alrededor. Su descaro y desgarbo creativo son consecuencia de un saber y también de una intuición que no comparte con nadie”.
En fin, el resto de la historia irá de las risas casuales al horror absoluto, una vuelta de tuerca al machismo imperante en el México de las narcofosas. Cuatro mujeres que alteradas desempistolan a un sombrerudo para someterlo, hacer de él una caricatura, escupirle a la cara, orinarlo ahí, en su ego, en su orgullo.
Ana Jose Aldrete, Edwarda Gurrola, Beatriz Arjona y la mencionada Ximena González Rubio protagonizan este relato crudo y cómico, hiperrealista y cómico.
Un cuento de princesas cabronas.
Una fábula de bestias iracundas.
Me quedo contigo se exhibe actualmente en la Cineteca Nacional.