El autor afirmó que México recorre el camino de Colombia hace 20 años y Colombia recorre la brecha de corrupción que México inició hace medio siglo. “México ya se colombianizó y Colombia ya se mexicanizó”, dijo, y agregó que la cultura no tienen una solución para el tema, pues se trata de un problema moral.
El autor de La virgen de los sicarios recibirá el Premio FIL de Literatura en la inauguración de la 25 FIL Guadalajara. Se dijo tanto colombiano como mexicano, “porque soy de donde nací y de donde me voy a morir”
Se quitó las vendas que le impuso la religión, que junto con los políticos es una de sus principales enemigas. Ama a los animales como a sus prójimos. Prefiere a José Alfredo Jiménez que a Mozart y a Chavela Vargas que a las cantantes de ópera. Es colombiano y mexicano, “porque soy de donde nací y de donde me voy a morir”. Estudió filosofía y letras, pero debió aprender desde el oficio del escritor… Este es Fernando Vallejo, quien el 26 de noviembre de 2011 recibirá el XXI Premio FIL de Literatura en Lenguas Romances, durante la inauguración de la 25 Feria Internacional del Libro de Guadalajara.
Los siete escritores, críticos y literatos que integraron el jurado del premio, dotado con 150 mil dólares, eligieron al autor de La virgen de los sicarios por ser “una de las voces más personales, controvertidas, y exuberantes de la literatura en español”. El acta de deliberación señala que “su escritura gira en torno a un único tema, Colombia, pero en realidad es una excursión abigarrada y comprometida por los conflictos del ser humano, desde la denuncia al desencanto, pasando por una difícil ternura que a veces es entendida también como agresión o disconformidad”.
Al premio, Fernando Vallejo respondió, en conferencia de prensa y vía telefónica desde la Ciudad de México, con un simple: “Estoy muy agradecido. Nunca he esperado que me den premios. Creo que me quedan muy grandes. Ya los utilizaré para una obra noble”.
La conferencia en la que se dio a conocer el nombre del ganador estuvo presidida por Consuelo Sáizar, presidenta del Consejo Nacional para la Cultura y las Artes; Marco Antonio Cortés Guardado, rector general de la Universidad de Guadalajara; Joaquín Díez-Canedo, director del Fondo de Cultura Económica y representante del Fideicomiso del Premio FIL; Raúl Padilla López, presidente de la FIL; el escritor Jorge Volpi, representante el jurado; Dulce María Zúñiga, coordinadora ejecutiva del Premio FIL, y Nubia Macias, directora general de la Feria.
El escritor, que cuenta 17 títulos en su haber, anunció que el tema de uno sus próximos libros serán las conclusiones a las que ha llegado hacia el final de su vida. Durante la celebración de la 25 FIL Guadalajara, prometió, dará algunos adelantos. La “cocina” del próximo libro será sin duda más fácil que la del primero, Los días azules (1985), porque entre las cosas que Fernando Vallejo ha aprendido de la vida es que la literatura es un oficio: “No sabía cómo hacerlo. Aunque había estudiado filosofía y letras y me había dedicado a estudiar gramática, ni la gramática enseña a escribir ni los profesores de filosofía y letras. Hay un oficio de escribir, de saber hacer las frases que suenen bien. Eso muy complicado, pero eso no se enseña en ningún lado”.
Y cuando aprendió, su escritura le dio para criticar con sapiencia a curas, políticos y científicos, como Darwin. En la charla telefónica con periodistas, Fernando Vallejo habló de sus fobias, entre las que están las “vendas” que imponen la religión católica, los políticos y la indiferencia de la humanidad ante los desafíos actuales del planeta.
“Algún día se me quitó la venda moral que me habían puesto desde que nací. Me la puso mi país Colombia y mi religión, en la que me bautizaron: la cristiana, la católica, que me impedía ver con claridad que mis prójimos eran los animales, no sólo era el hombre, y que me impedía sentir su sufrimiento. Esto hizo que mis problemas personales pasaran a segundo orden y esta claridad, quiero decirles que me amargó profundamente la vida. Si yo pensaba que podía ser feliz, esa ilusión se desplomó. […] Me di cuenta de que mi gran enemigo era la sociedad, porque la habían educado igual que a mí […] Entonces le declaré la guerra a esa religión”.
¿Cuáles son sus otros enemigos?, se le preguntó: “Todos los políticos, del presidente pa’ abajo. Los de aquí, los de España, los de Colombia, los de Italia, los de Francia, los de los Estados Unidos […]. Los nadie que se apoderan del micrófono y del alma de sus países y que no dejan hablar por cuatro años o por seis”.
Ya entrado en la política y cuestionado sobre asuntos del narcotráfico, el autor afirmó que México recorre el camino que Colombia recorrió hace 20 años y Colombia recorre la brecha de corrupción que México inició hace 50 años. “México ya se colombianizó y Colombia ya se mexicanizó”, lamentó, y dijo que la cultura no tienen una solución para el tema, pues se trata de un problema moral.
Fernando Vallejo, quien llegó a México en 1971, y para quien las nacionalidades son un asunto burocrático, juró que no escribirá más sobre el tema del narcotráfico. En cambio, prometió que hablará de sus fobias y sus esperanzas, durante la 25 FIL Guadalajara, que se realizará entre el 26 de noviembre y el 4 de diciembre de 2011.