Amante de la fotografía, del cine y de las buenas conversaciones, Anna Soler Cepriá nos concedió hace algunos días una entrevista llena de anécdotas y reflexiones en torno a su trabajo que la ha llevado por varias regiones siempre acompañada de su cámara fija o cinematográfica, con la cual acaba de filmar Enero, cinta michoacana que se encuentra en su etapa de postproducción.
Nacida en Castellón, España, se profesionalizó en la fotografía en 1993 al graduarse de la Escuela Superior de Fotografía e Imagen de Valencia, e inauguró el nuevo milenio con el proyecto Fábrica de Imágenes, una de las mejores escuelas especializadas en fotografía del centro-occidente mexicano.
Entre sus colecciones fotográficas podemos mencionar Combi: trayectos fugaces, Colonización, la Gran Tenochtitlan, Si mi sofá hablara, Contactos y Estampillas de un viaje entre dos mares. En cine se ha hecho presente en proyectos como los cortometrajes Piedra, papel y tijera, Prohibido prohibir, el documental Los días sin Joyce, la foto fija del largometraje Salvando al Soldado Pérez y la ya mencionada Enero.