Alejandra Quintero
Siempre que una cinta tiene como referente algún hecho histórico y político, la gente suele pensar: “más de lo mismo”, sin embargo, no es el caso de la película del chileno Pablo Larraín, No, en donde aborda el tema del plebiscito realizado en Chile en 1988, pero desde las campañas publicitarias que se desataron durante un mes en la televisión nacional, para que la gente decidiera la reelección o no del entonces presidente, Augusto Pinochet.
Argumento basado en la obra de teatro El plebiscito de Antonio Skármeta, cuenta la historia de René Saavedra (Gael García Bernal), hijo de padres exiliados que acaba de regresar a Chile, un joven publicista a quien se encomienda el trabajo creativo para los 15 minutos al aire que tendría la franja del no, la premisa: mostrar un país feliz y optimista. Un bien documentado trabajo es lo que podemos apreciar en la pantalla grande, realizada con un 30% de archivos reales de las campañas, y grabada con cámaras idénticas a las que se utilizaron para la producción de las mismas en aquel entonces.
El director Pablo Larraín, confesó que una de las motivaciones para hacer esta película, fue cuestionarse cómo una sociedad podía permitir esos atropellos. Históricamente es algo que no se ha superado, mucho menos para los chilenos, “no creo que se haya ido totalmente” dice el director, refiriéndose a que su país aún conserva algo de Pinochet, ese dictador que murió sin ser juzgado. Para el realizador, el plebiscito fue un triunfo de la comunicación política y publicitaria.
Ver caer al monstruo…
El plebiscito realizado en Chile fue un hecho sin precedentes en la historia del Latinoamérica, la gente derrotó a uno de los más grandes dictadores del mundo. Estaba programado que para el 5 de octubre de 1988 la gente saliera a las calles para votar si continuaba Augusto Pinochet en el poder durante diez años más o no. Se realizaron dos campañas publicitarias, una a favor y una en contra, las cuales tendrían tiempo al aire en televisión nacional para que la gente pudiera convencerse de alguna de las dos opciones.
Mientras el gobierno realizaba una campaña plana, oficialista, con el lema “Chile un país ganador”, la franja del No apostaba por una campaña feliz, en donde se mostrara a la gente disfrutando de su país y de su libertad, con el lema “Chile, la alegría ya viene” fueron sumando más y más simpatizantes a su causa. Además con una canción pegajosa, interpretada por el grupo Sol y Lluvia, reconocidos por su posición anti-pinochetista, completan la dupla publicitaria.
Al verse disminuidos, los oficialistas cambiaron su estrategia para enfocar su publicidad a resaltar la crisis que ocurrió durante el gobierno anterior. En las imágenes, invitan a la gente a no caer en el pasado, haciendo ver al dictador como una persona amable y abierta a la democracia, cuando en realidad lo que buscaban era infundir el miedo en la gente, para que prefiriera lo que ya estaba “funcionando”.
Finalmente las campañas dieron efecto, y la gente se volcó a las urnas a votar, filas y filas de personas esperando una boleta. La esperanza del pueblo era la que esperó los resultados ese día al caer la noche. La gente había decidido, el gobierno anunció el triunfo del no, con un 55.99% de votos.
Y si hablando de campañas, esto les recuerda a algo, aquí les dejamos unos links en donde se muestran las campañas de la franja de si, y algo más.
Campaña de la franja del si para el plebiscito de 1988 en Chile
http://www.youtube.com/watch?v=egz62fcs1Fw&feature=related
http://www.youtube.com/watch?v=RxuRWmEg8oE&feature=related
Videos de la campaña contra López Obrador en el 2006