Alejandra Quintero
Este sábado dio inicio la décima edición del Festival Internacional de Cine de Morelia, uno de los eventos más esperados, no solo por la ciudad, también por los cineastas y la prensa internacional. Los reflectores están de este lado del mundo por nueve días, la gente camina de un lado a otro buscando programas, boletos, mientras se termina de cocinar el ambiente que caracteriza estos días de fiesta.
Las actividades comenzaron desde medio día en Cinépolis Centro, sin embargo, hasta ya entrada la tarde dio inicio oficialmente con la alfombra roja a las afueras del Teatro Morelos. Comenzaron a desfilar una serie de actores y realizadores, que se detenían cada dos metros a posar para la foto o dar alguna entrevista, cosa que hacía eterna la espera.
La lluvia vestía la ciudad, mientras los gritos de las adolescentes anunciaban la llegada de algún actor conocido, y esta era la alerta para que los fotógrafos prepararan su cámara y sus gritos de “aquí, aquí, un saludo”. A nadie parecía afectarle demasiado la baja de temperatura, porque los diez años debían festejarse.
La ceremonia de inauguración tuvo participaciones del Presidente Municipal de Morelia, Wilfrido Lázaro; y del Gobernador del Estado, Fausto Vallejo, quien como ya se volvió costumbre, hizo soltar las risas por su mala pronunciación y su dificultad evidente para entender lo que leía. Los organizadores y fundadores del festival, dieron las gracias a los realizadores, asistentes, y a quienes hacen posible esta edición. Por su parte Alejandro Ramírez recordó y reconoció el trabajo de Jaime Ramírez, fundador de este proyecto, y Joaquín Rodríguez, programador del festival, quienes fueron parte fundamental para la consolidación del FICM. Pero el que definitivamente se llevó la noche fue Cuauhtémoc Cárdenas Batel, con un discurso emotivo, inteligente y contestatario, al referirse a un país en donde hay más muertos que oportunidades para los jóvenes, sin pronunciar el nombre del presidente Felipe Calderón hizo una crítica justa a los tiempos que se viven en México, lo que provocó un estallido de aplausos y personas de pie.
Y ya para no hacer más larga la espera, Daniela Michel solo dio paso a la presentación de los invitados especiales de esa noche, Pablo Larraín, director de la película inaugural No, y Gael García Bernal, quien protagoniza la cinta. Ambos se confesaron conmovidos por el discurso de Cárdenas Batel y agradecidos con el festival y los organizadores, para que finalmente el director chileno invitara a disfrutar el filme en “donde se ve caer al bastardo más grande de la historia de Chile”.