Texto y fotos: Sr. Tarántula
Una vez y otra vez somos fecha de alguien
que nos mancha de tiempo como un calendario.
[…]
Algo muere en nosotros
cuando se apagan los astros.
Juan Bañuelos
¿Cómo vivir el duelo de aquel compañero al cual no le puedes llorar teniéndolo en físico porque desapareció tajante de tu vida?, ¿qué medios utilizarías para buscarle?, ¿por cuánto tiempo lo harías?, ¿de qué manera te resignarías a concebir la idea de su muerte cuando en el fondo de tu corazón deseas que estuviese más vivo que nunca? y, peor aún, ¿cómo reaccionarías cuando te has obligado a darle por muerto y cierto día reaparece, toca la puerta de tu casa y espera charlar contigo para explicarte el por qué de sus 11 años de ausencia?
Con estas y muchas incógnitas más una pintora ha tenido que acicalar su existencia, con ese tipo de sorpresas el coraje y enojo al unísono se hacen presentes cuando el académico que gestó la desesperanza se postra bajo el dintel de una puerta.
“No hay manera de entender la conducta de tu soberbia”, reclama la mujer ante las justificaciones que le suenan a viles balbuceos mientras sus fieles compañeros, los lienzos en que plasma su sentir hacia la vida, son testigos silentes de la mordaz escena. La diferencia de edades siempre estuvo presente y hoy, después de dos lustros y un año, la voz del académico se escucha aún más cansada mientras la vitalidad de quien pinta se manifiesta en potencia. “Ninguno de los dos somos lo que fuimos”, sentencian los decibeles femeninos después de ahogar una vez más sus penas en el etílico sabor de la nostalgia: “Soledad, ¿tú qué entiendes de eso?”, insiste en el reclamo pues durante años las gélidas noches sólo zozobra le recitaron a todos sus sueños.
Punzantes diálogos, incomprensión de ambas partes, justificaciones añejas y un inmenso dolor son abrazados por ciertas notas musicales creadas justo para atmosferizar el instante. ¿De qué sirven las explicaciones teóricas de nuevas y poderosas estrellas descubiertas en el universo cuando la inesperada ausencia del amor se llevó consigo el pulsar de la única luz que te gustaba abrevar?
Una decisión bifurcó los senderos a sabiendas que el tiempo no puede dar marcha en reversa; una decisión optó por sí misma a sabiendas que después de una década no todos los afectos esperan: una decisión fue tomada y hoy bajo el dintel de una puerta con ansia y angustia anhela una afirmativa respuesta.
Foro Eco
Nicolás Bravo 430, Centro. Morelia
Funciones en abril
Viernes y sábados
20:30 horas
Participan:
Autor y director: Roberto Briceño Figueras
Actúan: Sheyla A. Rodríguez y José Ramón Segurajáuregui
Asistente de dirección: Juan Velasco
Música original: Daniel Herrera
Diseño de escenografía e iluminación: José Ramón Segurajáuregui
Realización de escenografía: Contrapeso
Asistente técnico: Jesús Suárez