Omar Arriaga/Guanajuato
Haciendo un balance final del GIFF, hay algunos detalles que desconciertan y otros que son dignos de loa. Los tres grandes ganadores del evento han sido la japonesa Mitsuyo Miyasaki, el coreano Bong Joon ho y, si me lo permiten, el alemán Udo Kier. Por los detalles dignos iniciaremos.
Además de todas las selecciones oficiales y premios, el programa de verano Mexicannes de estancias con reconocidos realizadores para cineastas jóvenes que van comenzando, las conferencias con figuras de primera línea como Bong Joon hoo, Udo Kier o Spencer Tunick, las becas entregadas, los talleres para directores, guionistas y niños, foros de encuentro de especialistas, directores, productores, empresas y gobiernos, rallies Universitario y de Máscara contra cabellera, presentaciones editoriales, homenajes a Mario Almada, Paul Scharader, Jorge Negrete, Isela Vega y Marisa Garrido, muestras de mujeres en el cine y la TV, de los Oscares, de terror, cine erótico y en pro de la tolerancia, mediante el tema de los cristeros, hacen del GIFF un evento más que entrañable.
Durante los días que estuvimos en Guanajuato, tuvimos la oportunidad de platicar en tres ocasiones con la directora del mismo, Sarah Hoch, quien desde los primeros días destacaba el homenaje hecho a Mario Almada en sus noventa años por una gran trayectoria de más de 400 películas protagonizadas, así como el realizado a Jorge Negrete y a Paul Schrader, guionista de varias películas de Martin Scorcese como Taxi driver, Toro salvaje o La última tentación de Cristo, que también ofreció un taller de guionismo; sin soslayar la rehabilitación del histórico cine Los Almada en San Miguel Allende.
Ya en Guanajuato, el cine de Corea, con más de ocho exponentes cuyo nombre es de difícil pronunciación (Jung-burn Park, Kim Tae-yong, Kim Jho Kwang-soo, Yoon Jong Chan, Ki-hyeong Park, Min Kyu dong, Kin-Ji Woon, Lee Yong ju, Beom-sik Jeong, Jeong Sik y Jang Chul-Soo), se apoderó de la ciudad; asimismo, su compatriota Bong Joon ho recibió un homenaje a su trayectoria. Udo Kier dictó una conferencia magistral y Tunick trabajó en las calles. Todo esto dentro de lo más loable de un evento con presupuesto de 26 millones de pesos al que asistirían unas 86 mil personas para una derrama económica directa de aproximadamente 186 millones y una indirecta de 370 para el estado de Guanajuato, según dijo Hoch.
Con la ocupación hotelera de la ciudad al pleno y 199 cintas participantes, entre cortos y largos, elegidas de entre un total de dos mil 738, uno sólo se pregunta dónde están los trabajos de años anteriores y por qué no se comercializan antes de que el evento dé inicio. Si uno busca los DVDs de filmes y cortos del festival, estos brillan por su ausencia, como brillan por su ausencia los productos con respecto a la cinematografía. Al parecer, el lado de la comercialización y de la cesión de derechos de parte de los autores es un asunto que debería trabajarse más a fondo.
Caso de la organización, que no contó con todos los cineastas invitados ni con algunos miembros del jurado que se despidieron antes de que finalizara el GIFF, sin hablar de la logística de los eventos más populares y llamativos como los del Panteón Municipal y Túneles, en la Escalinata de la Universidad, entre otros que iniciaban con algo de retraso. Para el Auditorio del Estado, no tan cerca como otras sedes, es de extrañar que la comida en catorce años sea otro aspecto que no se ha explotado completamente, pues la oferta no es ni siquiera mediana. Y si me ponen más sensibiloide, ¿por qué diablos no venden palomitas en ninguna de las funciones?
El detalle final fue que Hoch mencionó que el invitado del siguiente año sería dado a conocer en la gala de clausura, cosa que no sucedió. No obstante, compartió con nosotros que para 2012 éste iba a ser un país europeo. Apuesten, como en la Eurocopa de 2008 y el Mundial de 2010 por Alemania o España, aunque el ganador, esta vez sea Holanda. Holanda para 2012. El saldo de 2011: mejor que el de 2010, sin lugar a dudas.
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